vitoria. La Copa del Rey se presenta para el Deportivo Alavés en la presente temporada como una excelente oportunidad de regalarse una eliminatoria frente a uno de los equipos europeos de la Primera División que, evidentemente, reportaría interesantes réditos deportivos y económicos. Exento de la primera ronda, mañana afronta un duelo frente a un adversario de Tercera División y, si lo supera, únicamente tendría que salir airoso de otro cruce antes de recibir el premio gordo.

A priori, un objetivo más que plausible para el combinado de Luis de la Fuente. Sin embargo, la eliminatoria de mañana contra el UCAM Murcia se presenta recubierta de un envoltorio-trampa. Este obstáculo no es otro que el maratoniano viaje que debe afrontar el conjunto del Paseo de Cervantes para rendir visita a la escuadra murciana. Más de 700 kilómetros por carretera que supondrán un evidente desgaste para los jugadores (a los que habrá que sumar otros tantos de vuelta que repercutirán en el importante derbi liguero del domingo contra el Eibar), que se medirán a un adversario de inferior categoría pero mucho más fresco físicamente. En cualquier caso, el premio a conseguir es lo suficientemente importante como para poner excusas.