Vitoria. Se anticipa un día frenético en las oficinas del Real Unión de Irún. El club fronterizo espera cerrar antes de la medianoche de hoy la contratación de un media punta, algo que Roberto Olabe ha dispuesto como prioritario de cara a regenerar a un equipo que languidece en la parte baja de la tabla tras encajar dos derrotas en las dos primeras jornadas.

El técnico vitoriano espera poder contar con la figura de un futbolista que considera no tiene en su plantilla. El perfil buscado por la secretaría técnica irundarra responde a las características de un centrocampista con claridad para jugar entre líneas y marcar la diferencia en los últimos metros, algo que el equipo de Olabe no ha podido hacer en sus partidos. El Real Unión, que aún debe considerarse entre los favoritos a ocupar las plazas de play off, se asoma al encuentro frente al Deportivo Alavés con la certeza de enfrentarse a un compromiso vital. Las derrotas ante Real Sociedad B y Eibar dejan al equipo abocado a un precipicio peligroso de cara a la visita albiazul al Stadium Gal, un escenario en el que el Eibar ya venció el pasado sábado. En el conjunto fronterizo, y a falta de cerrarse la incorporación de al menos un futbolista, las dudas de Roberto Olabe pasan por la enfermería. Hugo Álvarez e Igor Angulo se ausentaron del entrenamiento de ayer, por un edema muscular en el recto anterior y por una pequeña rotura en el abductor y su concurso no es seguro.

El Alavés, por su parte, afronta este desplazamiento con la posibilidad de obtener a domicilio una victoria de entidad y de paso dejar a un rival peligroso a siete puntos, una rémora importante pese a estar comenzando la competición. "Va a ser un rival difícil. El Real Unión no ha arrancado bien pero va a ser un equipo muy peligroso, sobre todo al ser el partido en su campo", explicó ayer Javi Rubio tras el entrenamiento matinal.