Vitoria. Ya están presentados todos los nuevos jugadores que el Deportivo Alavés ha fichado hasta la fecha. Ayer, el portero David Rangel y el central Pablo Gallardo pasaron por la sala de prensa de Ibaia, donde escoltaron a Dani Barroso y expusieron su compromiso e ilusión ante la temporada que se avecina. "Tenemos la exigencia de estar arriba todo el año", recitaron ambos. "He visto mucho fútbol, y estoy en uno de los sitios más grandes en donde podía estar", expuso el veterano guardameta, quien compartió el vestuario del Valencia con los internacionales Santiago Cañizares, Andrés Palop y Jose Luis Ochotorena, entrenador de porteros también de la selección. "En Valencia aprendí todo. Trabajar con esa gente te enseña muchísimo", reconoció. En la temporada 2003-04 debutó en Primera con el equipo valenciano. También ganó la liga y la Copa de la UEFA. "Pero solo jugué un partido", recuerda con toda la humildad.
Rangel es un portero de corta estatura para la posición -apenas llega al 1,80 metros- pero al que se le intuye una sombra alargada. Dirige desde la portería. "Recibes solo", "una ayuda aquí al lateral", acostumbra a ordenar desde el marco de Ibaia desde el primer día en aterrizar en Vitoria. Muy del corte de Cañizares o Palop, dos enfermos de la concentración y de vivir los partidos desde los palos. Portero y defensa son dos entes que se retroalimentan de la confianza recíproca, y Rangel, al menos entrenando, transmite seguridad.
Su carrera tras salir del Valencia, a excepción de una temporada en Segunda A con el Lleida, ha discurrido en la categoría de bronce, en la que se ha afianzado como un portero solvente. "Tiene una trayectoria dilatada", recordó Dani Barroso. A sus 32 años llega al Alavés en el punto perfecto de maduración para un guardameta.
Pablo Gallardo, con un acento que enseguida permite intuir su procedencia, se presentó después de Rangel. "Vengo a un club que sin duda está capacitado para jugar en una categoría superior", manifestó el sevillano. El futbolista asumió las exigencias que tendrá por delante. Reconoció la competencia y la demanda exclusiva de pelear por el ascenso. A diferencia del portero levantino, Gallardo no viene de disputar de una manera asentada en los años pretéritos. Es más, apenas ha jugado ocho partidos en las dos últimas campañas en el Recreativo de Huelva. "Han sido un par de años difíciles", reconoció.
El central andaluz comenzó su carrera profesional en el Sevilla Atlético, con el que ya consiguió el ascenso a Segunda A. Allí coincidió con Perotti, Javi Varas o Fazio. Antes de ser capitán del filial hispalense, Gallardo pasó por las diversas categorías inferiores de la cantera. En juveniles estuvo dos años a las órdenes de Luis de la Fuente, que comenzaba a abrirse paso en los banquillos. "Luis ha sido una parte importante en las negociaciones", agradeció.
Con la puesta de largo de Rangel y Gallardo, termina por ahora el goteo de presentaciones que desde pasado lunes ha mostrado las ocho caras nuevas del Deportivo Alavés de cara a la temporada 2011-12. "Estos dos futbolistas, a los que conozco bien, nos van a aportar mucho. Los dos vienen con unas ganas tremendas de sumarse al proyecto", les ensalzó Barroso. El club presidido por Avelino Fernández de Quincoces ha pasado en diez días de no poder formar ni siquiera una alineación con los futbolistas de la primera plantilla a tener un bloque que ilusiona y parece de garantías. "La adaptación además está siendo muy rápida porque tenemos un gran vesturio, lo cual facilita la integración de los nuevos", aseguró el director deportivo. Todos los futbolistas que han llegado asumen un camino que empieza hoy y espera acabar en junio bañado en cava.