Vitoria. Luis de la Fuente garantizó en su presentación que el Deportivo Alavés va a llegar en una posición solvente para afrontar de manera óptima el inicio de la temporada 2011-12. Tiene trabajo por delante. Mucho. Más allá de su propósito, la tarea de conjuntar a un grupo de futbolistas prácticamente nuevo es un proceso que se va a alargar durante meses.
Por encima de los nombres y de las piezas utilizadas, Luis de la Fuente tiene que dotar al equipo de un estilo. Dejar la marca en un equipo de autor. Alejarse de los vaivenes y ser un equipo más científico. Tener que remontar un partido de vez en cuando es hasta sano. El carácter de un equipo y de sus futbolistas se forja y se mide en esos momentos.
Sin embargo, remontar como hábito es un vicio condenado al fracaso. Tirar tramos de partidos es una espiral vertiginosa que no suele acabar bien. Así ocurrió en Lugo, un perfecto reflejo en 90 minutos de una temporada marcada por las arritmias en el juego y en los resultados.
VETERANÍA PARA LA PORTERÍA La primera asignatura pendiente es cimentar una defensa y un entramado defensivo general opuesto al de la temporada pasada, en la que el Alavés encajó 43 goles. Algo inadmisible para un equipo que tiene la primera meta en acabar liderando el grupo. Los cambios previsiblemente van a empezar en la portería, donde David Rangel se perfila como titular. Desde su primer entrenamiento ha demostrado un carácter en el campo destacable. Un tipo que transmite.
La línea de cuatro también va a cambiar. Con Alaña y Morcillo fuera del equipo, la pareja de centrales a día de hoy estaría formada por Luis Prieto y Pablo Gallardo. La veteranía y experiencia del primero son garantía de colocación y saber estar. Gallardo aportará su rapidez a un dúo que no debería tener problemas en funcionar desde el primer día. En los laterales, Malón es una garantía en la derecha, mientras que la zurda es un puesto que demanda una contratación.
El centro del campo y la delantera son dos sectores bien cubiertos que ofrecen registros y soluciones variadas. En el mediocentro, el equipo de Luis de la Fuente deberá encontrar el equilibrio y el criterio que nunca llegó a hallar Álvarez Tomé. El Alavés tiene que apostar por un estilo que le permita manejar los partidos de una manera más calculada que el año pasado. Si la fiabilidad de un equipo se puede medir por la defensa, el centro del campo dicta la personalidad de un conjunto. "Toro o torero", que dijo el flaco Menotti.
Carlos Indiano es el jugador llamado a ser el faro, presumiblemente junto a David Lázaro, un futbolista de mayor brega. A ver cómo mezclan. El recurso de situar en el mediocentro a dos jugadores de vocación defensiva -Lázaro y Quintanilla- será una opción en partidos como visitante que se acercan más a la lucha que al fútbol. En cualquier caso, Mendizorroza penalizará esa tentación convertida en tendencia por muchos entrenadores modernos.
UN ATAQUE DE LUJO La llegada de Gorka Azkorra supone un salto de calidad respecto a una unidad que ya funcionó bien la temporada pasada. El delantero vizcaíno competirá en la punta con Jito, con Geni enganchando como segundo delantero y Casares y Sendoa en las alas.
Jito y Azkorra pueden ser compatibles pese a ser futbolistas de similar perfil, no obstante, la opción más tradicional es optar por un segundo delantero del molde de Geni. En las bandas también hay variables suficientes y dos de las incógnitas son si Casares puede mantener una línea regular durante toda la campaña y el estado en el que va a llegar un jugador de la veteranía de Sendoa Aguirre al tramo caliente de la temporada.
Denis Nájera y Asier Salcedo completan el grupo. Todavía faltan por llegar, un lateral zurdo y un organizador que cerraran una plantilla que mañana disputará el primer amistoso de una pretemporada, anticipo de una campaña que se anticipa apasionante.