Vitoria. Alex Quintanilla y Denis Nájera compartieron ayer la sala de prensa de Ibaia en la que fue su presentación como jugadores del Deportivo Alavés. También comparten una ilusión y asumen el mayor reto hasta la fecha de sus jóvenes carreras. "Cuando me llamó el Alavés no me lo pensé", entonaron con escasos minutos de diferencia en un acto en el que no estuvo presente el director deportivo albiazul.

Su manera de desembarcar en el Alavés es diferente. Nájera proviene del Castellón, señal inequívoca de la marca de Dani Barroso en la operación. Quintanilla, por su parte, llega desde la fábrica de Lezama y asimila el camino de su entrenador. "La llegada de Luis ha sido clave. Me conoce y sabe de lo que soy capaz", reconoció. La temporada pasada fue un habitual en los esquemas de Luis de la Fuente en el Bilbao Athletic. Su reencuentro no trae grandes diferencias. "El míster está con toda la ilusión y las ganas del mundo. Ahora tiene que tratar con gente más adulta y un poco sí que cambia, pero nada radical", explicó el canterano rojiblanco.

Alex Quintanilla, de 21 años, se afirmó seguro y confiado de sus posibilidades. Recalcó que ya ha jugado con futbolistas profesionales, enfatizó su paso por el Portugalete como un peaje de buenos dividendos, y se mostró resuelto a continuar creciendo como jugador. "Seguir en Lezama hubiera sido lo cómodo. Pienso que allí no iba a seguir evolucionando y quería salir e intentar un desafío para mí", expuso el centrocampista.

Nájera eligió las palabras y el tono de quien se sabe ante una etapa definitoria en su vida profesional. "Ha sido muy fácil convencerme. Cuando Dani Barroso me llamó de parte del Alavés enseguida lo arreglamos todo". El jugador, de 26 años, hizo un guiño a la historia albiazul. Habló de sus tiempos "de chico", de ver al equipo en Primera y en la final de la UEFA, y enumeró las diferencias patentes que había observado desde el martes respecto a sus experiencias pretéritas. "Se nota que es un club serio. Esto es bastante superior a dónde he estado. Las instalaciones, las oficinas, el estadio, el trato con los directivos...".

El futbolista castellonense llega a un oasis tras "un año duro" marcado por los problemas institucionales de su club. Vivió lo más arisco del fútbol. Impagos, desamparo total y fuga de jugadores en mitad de la temporada. Cuando le tocó definirse, mostró un desparpajo que si lo traslada al campo ofrecerá mucho al Alavés. "Puedo jugar por las dos bandas, golpeo con ambas piernas, y también he actuado bastantes ocasiones en la mediapunta", expuso. "Trabajar día a día, no tener miedo a nadie y ser uno mismo" son las armas que utilizará Nájera para ganarse un puesto y "ayudar al equipo".

Alex Quintanilla y Denis Nájera responden a uno de los dos perfiles que está buscando el Deportivo Alavés para perfilar su plantilla. Juventud, propósito de promoción y en definitiva, ganas de comerse el mundo y de crecer a la par de un proyecto que alberga la promesa de reconquistar la grandeza perdida. Estas características, inherentes a la edad, tendrán que mezclar con los veteranos como Sendoa Aguirre, o el portero David Rangel, que ayer completó su primer entrenamiento como alavesista, dos jugadores que responden al otro modelo de futbolista que está fichando el director deportivo Dani Barroso. "Una de las razones por la que he venido aquí es por todo lo que puedo aprender de gente con tanta experiencia", resaltó Quintanilla.

Los jóvenes vienen con ganas de aprender y los veteranos de enseñar. Algo imprescindible para un equipo que tiene que ser equipo en apenas un mes tras sólo mantener un tercio del bloque.