vitoria. El Deportivo Alavés tendrá un grupo más complicado que el del año pasado. Ésa podría ser la conclusión a vuela pluma en una primera vista del Grupo II de la Segunda División B. Están los sospechosos habituales: Eibar, Real Unión y Mirandés, los tres equipos que acompañaron al Alavés en un infructuoso play off para los cuatro. A éstos se añaden dos conjuntos que llegan desde la categoría de plata, la Unión Deportiva Salamanca y la Ponferradina. Afortunadamente para el cuadro albiazul, equipos como el Oviedo quedan finalmente fuera del grupo.

El Eibar y el Mirandés son dos equipos que se quedaron, por diferente camino, a las puertas del ascenso. El conjunto armero no subió pese a no perder ninguno de los cuatro partidos que disputó en las eliminatorias. Tampoco ganó. Pagaron la escasa ambición fuera de casa. Especialmente doloroso fue la ronda de ascenso directo ante el Sabadell. El Eibar ha apostado por la continuidad en todos los frentes, con Manix Mandiola como entrenador un año más.

El Mirandés, por su parte, tendrá que convivir con un cambio de identidad de cara a sus rivales. El año pasado fueron la sorpresa, pero en la campaña 2011-2012 sus oponentes les van a tomar, desde el primer día, como uno de los equipos a batir. Siempre hay conjuntos que no saben digerir el cambio de status y naufragan entre las expectativas del pasado y las exigencias del presente.

La complejidad del grupo queda aderezada con los equipos caídos de la Segunda División A. Ponferradina y Salamanca. Dos equipos llamados a intentar recuperar la categoría perdida. El objetivo es el mismo pero las condiciones diferentes. La Ponferradina conoce la Segunda B, y la categoría de plata es algo que el club sólo ha disfrutado en dos temporadas. Recientes, pero dos al fin y al cabo. El caso del Salamanca es diferente. A la ya de por sí complicada adaptación a una categoría llena de aristas se une la presión que genera la urgencia histórica del que se encuentra en un lugar que no le corresponde. De los filiales de Athletic, Real Sociedad y Osasuna siempre se puede esperar competitividad. y no es para nada descartable que cualquiera de los tres emerga como un contendiente serio en algún momento de la temporada. El año pasado, sin ir más lejos, el conjunto pamplonés firmó una interesante primera vuelta en la que se encaramó a los primeros puestos gracias, sobre todo a su fiabilidad y consistencia jugando como local. La poca experiencia de la plantilla terminó por apartarles de la pelea por los puestos de cabeza.