vitoria. Desembarco albiazul en Lugo. El Alavés no estará solo en el Anxo Carro. Unos 600 aficionados tratarán de llevarle en volandas este domingo frente al cuadro gallego. Fieles hasta la muerte. Ni un largo e incómodo viaje les ha echado para atrás. Tampoco el hecho de que vayan a regresar a sus casas el lunes de madrugada horas antes de tener que cumplir con sus obligaciones laborales. "Por el Alavés se hace lo que sea", asegura Diego Calderón, un veterano seguidor que no ha faltado ni a un sólo desplazamiento en estas tres últimas temporadas.
De hecho, el peñista de Goragarri fue de los pocos que se acercaron hasta Melilla hace ya algo más de dos semanas. Allí, junto a su mujer Isabel García, otra incondicional albiazul, miembro también de esta peña, se dieron cita tan sólo unos 15 fieles albiazules. Ahora serán más. Muchos más. De momento el club ya ha vendido la primera remesa de 440 entradas, ha completado tres autobuses y espera que las otras 75 que le va a enviar el Lugo se las quiten enseguida de las manos. "Hay muchos que están llamando al club para comprar entradas", señala Fernando Domezain, contable de la entidad albiazul.
De hecho, han sido un gran número los aficionados que en previsión de que aquí en Vitoria no iban a poder adquirir su entrada se han puesto en contacto con el club gallego para reservar allí sus billetes y poder así acudir el partido. "La gente está volcada. Hay mucha ilusión y la gente quiere ir porque sabe que el equipo les necesita", apunta Domezain, que lo conoce de primera mano tras las numerosas peticiones de entradas que están recibiendo estos días en el club.
El contable está tremendamente "agradecido" por la fidelidad de la parroquia albiazul, pero no se muestra sorprendido, ya que es algo que esperaba. "La afición es increíble". Para corroborarlo rememora una anécdota de uno de los últimos desplazamientos masivos de seguidores babazorros a Vigo. "Fue el fin de semana en el que iba a haber una huelga de gasolineras y algunos me comentaron que ya tenían el coche lleno para ir y que ya verían cómo hacían la vuelta".
PODRÍAN HABER SIDO 1.000 Ahora la historia se repite. En esta ocasión no serán tantos como los más de 2.000 que se dieron cita en Balaídos, pero porque no es posible. El Anxo Carro tiene un aforo muy reducido. Sólo caben 5.000 espectadores y además hay que tener en cuenta que el club rojiblanco tiene 3.200 socios, a los que hay que añadir otros seguidores que quieren acompañar al equipo en este play off tal y como ocurrió en la anterior eliminatoria frente al Murcia cuando se llenó el campo.
Y es que los seguidores albiazules entienden que de disponer de un mayor aforo, la invasión de aficionados babazorros habría sido muchísimo mayor. "No sé cuantos podríamos haber ido, pero por las llamadas que recibimos muchos más", cree Domezain. Isabel García estima que más de 1.000 seguidores ya hubiesen viajado. "Si hay mil entradas se agotan las mil y si nos dan más, pues también", apunta la peñista. Para la seguidora de Goragarri, después de haber viajado hasta Melilla, el desplazamiento a Lugo casi le parece "un paseo". Eso sí, tiene claro que aunque hubiera sido más incómodo no habría dejado de estar al lado de su "querido" Alavés. "Hay que ir a animarle. Somos el número 12 y nos tenemos que hacer notar".
Seguro que lo hacen. Y es que aunque estén en inferioridad, el matrimonio albiazul tiene claro que no se van a "achantar". "De eso para nada. Iremos a animar a tope", asegura Isabel. "Nos dejaremos la piel si hace falta", añade su marido. Todo por ver ganar al Alavés. Estos dos seguidores, habituales del fondo de Polideportivo, son optimistas. "Vamos a ganar. 0-1 ó 1-1, pero pasamos", concluye Diego, uno de los miembros de la familia albiazul que el domingo invadirá el Anxo Carro.