Es muy fácil la ecuación. Si no nos convierten goles, sabemos que pasamos, ya sea ganando o empatando a cero, así que vamos a tratar de hacer todo lo posible y lo imposible para estar concentrados al cien por ciento para que no nos conviertan". El toque idiomático sudamericano lo pone en el Deportivo Alavés Matías Dituro. El último en llegar, pero no por ello menos importante ahora que el equipo se lo juega todo. El guardameta argentino se ha ganado la plena confianza de Miguel Ángel Álvarez Tomé y ha conseguido cerrar la etapa de dudas que se cernía sobre una portería albiazul que ha recibido muchos más goles de los deseados. En los guantes de Dituro se encuentra ahora gran parte del futuro alavesista porque si esta tarde no encaja ningún tanto, el cuadro albiazul avanzará a la siguiente ronda en esta cruenta fase de ascenso. En las manos de Mati se deposita gran parte de la responsabilidad de que el Alavés mantenga vivas sus opciones de regresar a Segunda.

"Es una gran responsabilidad, tanto en lo personal como en lo colectivo porque el trabajo de los compañeros también me influye mucho para que te conviertan o no. Cuando se mantiene el arco a cero es un trabajo importantísimo del bloque porque se empieza a defender desde arriba. Vamos a tener que estar muy concentrados para que ocurra todo esto y podamos pasar", advierte un Dituro que es consciente que tan importante o más que su acierto es que sus compañeros, y sobre todo el cuarteto defensivo, le salvaguarden al máximo de las llegadas del Melilla.

Con 24 años recién cumplidos y apenas nueve partidos disputados con la zamarra albiazul, el arquero de Bigand ya ha pasado de todo en su etapa en Vitoria. En su estreno, ante el Sporting B, detuvo un penalti en el último minuto que se festejó como un título a pesar de que en nada afectaba al marcador. En el segundo partido, en Oviedo, fue expulsado, una sensación que volvería a vivir apenas dos jornadas después. A partir de ahí, su trabajo y su eficacia bajo palos -en tres ocasiones se ha quedado sin encajar gol y ofrece bastante seguridad en sus acciones- le condujeron a una titularidad ahora definitiva con la que tratará de ayudar al Alavés en su sueño de volver a Segunda. "Fui el último en llegar, pero soy el primero que tiene unas ganas tremendas de pasar, de jugar unas semifinales y una final para poder ascender", asegura el guardameta.

Vive Dituro unos días especiales. No se le escapa que esta aventura en el Alavés puede servirle para abrirse las puertas y por eso su primer sueño pasa por conseguir algo grande este mismo año. Y eso que a lo largo de su carrera ya sabe lo que es jugarse muchos partidos decisivos: "He jugado varias finales en categorías inferiores y antes de ir a Primera División de Perú. Disputé un torneo de ascenso en Argentina en el que salimos campeones, incluso definiendo la semifinal por penaltis. Tengo bastante experiencia, pero no a estas alturas de estar peleando por subir a Segunda División".

ansiedad sin nervios Lo que no acompañan al guardameta albiazul son los nervios. Sí las ganas por jugar, por saltar cuanto antes al césped, pero no ese nudo en el estómago que puede llegar a atenazar en los momentos de mayor presión. "Siempre les digo a mis compañeros que yo nervios es muy difícil que tenga. Lo que sí tengo es mucha ansiedad. Llevo toda la semana pensando que ya es el domingo a las seis de la tarde para poder jugar, para saber si pasamos, para ver cómo salió el partido, cómo lo hicimos. Soy muy ansioso, pero nervioso no. Estoy siempre muy tranquilo", asegura.

Tranquilidad y calma que van a ser necesarias de nuevo esta tarde en un partido de vuelta que Dituro espera sea parecido al de ida, cuando el Alavés fue capaz de cortar de raíz muchos de los problemas defensivos que venía arrastrando a lo largo de toda la temporada, dificultando de esta manera mucho el ataque de un Melilla que se caracteriza por su calidad ofensiva.

"En el partido de Melilla sabía que iba a tener trabajo por lo aéreo y confiaba mucho en mis compañeros, que estuvieron muy concentrados durante todo el partido y solo se produjeron algunos pequeños errores. Conseguimos corregir un montón las cosas que veníamos haciendo mal y luego lo viví muy tranquilo porque vivo los partidos con la concentración al cien por ciento pero muy tranquilo", recuerda el meta albiazul.

De ese primer partido contra el Melilla, destaca Dituro que el oponente no creó "muchos problemas claros" hasta bien entrada la segunda parte, en la que "sí se produjeron complicaciones en jugadas aéreas o en pases largos". También fue relevante las muchas veces que tuvo que salir del área para atajar esos balones en profundidad: "Hay que estar siempre concentrado para resolver también con los pies, en los saques largos, porque ahora los porteros tocamos más el balón con el pie que con la mano. La segunda parte ellos jugaban más en largo y tuve algunas dudas, pero durante la mayoría del partido las cosas se hicieron bien y ahora esperemos mejorar este fin de semana para mantener la portería a cero".

ensayo de penaltis Otro de los focos de atención en el trabajo realizado a lo largo de la semana se sitúa en las jugadas a balón parado. David Vázquez llevó la intranquilidad a la zaga albiazul con sus golpeos -ya fuesen centros y disparos directos- y durante los últimos días Álvarez Tomé se ha encargado de incidir en esta virtud del Melilla.

"Vázquez golpeaba muy bien el balón, aunque no tuvo suerte y se le fueron los disparos un poco por encima. Sabemos que le pega muy bien y que hay que estar muy concentrados porque ya hemos visto en los vídeos que en cualquier tiro libre te la puede meter. Hemos entrenado mucho eso para tratar de sacar esas jugadas si nos toca vivirlas en el partido", asegura un Dituro al que también le ha tocado intentar parar muchos penaltis esta semana. "Esa posibilidad está ahí y todos sabemos que ejecutarlos requiere de práctica, aunque esperemos no llegar a eso y poder definirlo antes", espera Dituro, el encargado de dejar a cero la portería alavesista y asegurar de esta manera la clasificación. En las manos de Mati se encuentra el futuro del Glorioso.