vitoria. Casi un año después de tomar las riendas del Deportivo Alavés, Miguel Ángel Álvarez Tomé se enfrenta esta tarde al reto que tantas veces ha encarado pero, hasta ahora, nunca se ha decantado a su favor. El técnico albiazul, que no ha logrado ningún ascenso pese a haber disputado once play off, conoce como pocos la desazón que inunda a un deportista cuando contempla cómo su objetivo se evapora. Tal vez por eso, porque la vida le debe una, el preparador leonés es consciente de que el 1-1 con el que el Alavés regresó de Melilla es un resultado a olvidar.

Especular con el empate es un peligro que no está dispuesto a correr, y así se lo ha hecho saber a sus pupilos. "No están confiados porque eso es algo que no nos podemos permitir en esta situación, pero veo bien a mis jugadores en todos los aspectos. Tienen cierta tensión", aseguró ayer el entrenador alavesista, que no dudó en lanzar un mensaje a los 10.000 espectadores que a partir de las 18.00 horas se dejarán sus gargantas para animar al cuadro albiazul. "Cuando hemos estado mal nuestro público nos ha apoyado y ahora seguro que nos llevará en volandas", confió Álvarez Tomé, que apenas introducirá dos cambios en el once titular. Alaña y Josete, expulsados, dejarán paso a Igor Cuesta y un Óscar Rico sobre el que su entrenador deposita de nuevo la confianza para un choque en el que considera "difícil que podamos ganar de forma clara".

"Lo normal es que el equipo saque el partido adelante, pero sufriendo, desgraciadamente será sufriendo", auguró antes de zanjar cualquier atisbo de polémica por las declaraciones realizadas desde Melilla, acusando al Alavés de ser un equipo ramplón y duro. "El que quiera justificar lo que pasó en el terreno de juego con otras situaciones allá él", apuntó. Esta tarde, el Alavés tiene en su mano reforzar la ilusión de sus miles de seguidores. Aun con dos eliminatorias más por delante, vencer al Melilla dejará en Mendizorroza un poso de alegría y esperanza sobre el que sustentar el resto del camino. Al fin y al cabo, como dijo Jorge Valdano, "el fútbol es un estado de ánimo".