Vitoria. Por extraño que pueda parecer, Bélgica ha dejado su habitual ubicación en Europa para trasladarse a la punta norte de África. Para ser sinceros, en realidad se trata de una pequeña representación. Y es que el primer adversario del Deportivo Alavés en su camino de regreso a la Segunda División, el Melilla, cuenta en sus filas con dos futbolistas procedentes de uno de los clubes históricos y más representativos del país centroeuropeo, el Standard de Lieja.
Una circunstancia cuando menos sorprendente teniendo en cuenta las evidentes diferencias que separan a ambas entidades pero que en el mundo globalizado -más todavía en lo que al fútbol se refiere- actual cada vez resulta más habitual. De esta manera, el combinado melillense, acostumbrado a contar con jugadores norteafricanos o de esa ascendencia cuando menos en sus filas, ha dado un paso más para pescar en caladeros interiores.
Claro que el continente negro tampoco les es ni mucho menos desconocido a Hans-Erve Dibi y Edouard Kabamba Wenze. El primero, nacido el 23 de junio de 1988, dispone de la nacionalidad francesa, pero sus padres son de origen subsahariano. Por lo que respecta al segundo (24-1-1987), vio la luz en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo. Ambos, en cualquier caso, han aprovechado su habilidad con el balón en los pies para progresar en el fútbol del Viejo Continente y desde el pasado verano defienden, con diferente suerte eso sí, la elástica del Melilla.
Su incorporación durante la pretemporada fue considerada una auténtica apuesta a ciegas por la mayoría de aficionados del conjunto azulón, puesto que se trataba de auténticos desconocidos. Sin embargo, el entrenador Andrés García Tebar -que desde que hace dos años quedara vacante el puesto ejerce también de secretario técnico- utilizó sus contactos para atraerlos hasta la ciudad autónoma y, meses después, se ha comprobado que acertó de pleno en la operación.
Especialmente, en lo que a Dibi hace referencia. Capaz de desempeñar funciones de mediocentro defensivo y central, en el Melilla se ha ubicado en el eje de la zaga ganándose un puesto de titular indiscutible y lidera el notable trabajo defensivo de todo el equipo. El dato más revelador de esta eficacia es que en los diez últimos encuentros de la temporada regular únicamente ha encajado tres goles. Su envergadura y potencia (mide 192 centímetros) no les resta velocidad ni capacidad para sacar la pelota jugada y, además, su capacidad de liderazgo le ha llevado a ser el alma defensiva del equipo melillense.
Peor suerte ha corrido el delantero Kabamba, que hace dos ejercicios militó en el filial del Real Madrid. Relegado a un papel residual, la lesión del titular Chota puede concederle algún minuto más para dar descanso a Andrés Ramos y Nacho Aznar.