vitoria. Contrariamente a lo que suele ser habitual, la comparecencia pública de Miguel Ángel Álvarez Tomé de ayer estuvo mucho más centrada en el futuro a corto plazo que en el inmediato. De esta manera, pese a que el encuentro de esta tarde contra el Zamora es la cita más cercana en el calendario, gran parte de su alocución estuvo centrada en el siguiente paso. Es decir, la fase de ascenso. En este sentido, el preparador leonés lanzó un mensaje muy claro de cuál debe ser el comportamiento del equipo si quiere tener opciones de éxito en este tramo decisivo de la temporada. "Tenemos que recuperar el nivel que hemos tenido durante los dos primeros tercios del campeonato y soy optimista respecto a que podamos hacerlo. Si lo conseguimos, somos capaces de competir contra cualquiera", argumentó el máximo responsable del banquillo alavesista.

Ahora bien, Tomé también mostró abiertamente la otra cara de la moneda y advirtió de las consecuencias negativas de no regresar a la senda recorrida con brillantez hasta hace un par de meses. "Si no lo hacemos, lo tendremos muy difícil", concluyó.

No obstante, el preparador albiazul se mostró optimista y confiado en la capacidad de sus discípulos para revertir la errática trayectoria del tramo final de la temporada. "Veo a jugadores que están recuperando su mejor nivel", avanzó. En este sentido y pese a no querer adentrarse en un análisis demasiado profundo de las causas del bajón experimentado por el equipo sí ofreció una de ellas. "No pensaba que los problemas físicos nos iban a afectar tanto pero el calvario de lesiones que hemos sufrido nos ha pesado mucho", reconoció.

Respecto al inminente comienzo de las eliminatorias de ascenso, el leonés destacó que no hay "mucha diferencia" entre afrontarlas como tercer o cuarto clasificado, aunque siempre es "mejor" hacerlo desde un peldaño más arriba de la clasificación.

Por este motivo, manifestó su intención de intentar por todos los medios sumar la victoria frente al Zamora. "Vamos a salir a ganar para quedar terceros y porque es una buena oportunidad para recuperar sensaciones y buen juego y poder afrontar el play off con la moral reforzada", significó.

Factor campo indiferente Un aspecto al que Miguel Ángel Álvarez Tomé no concedió especial relevancia, sin embargo, es el orden de los enfrentamientos. "Me da igual jugar en casa el primer partido o el segundo. Antes podía tener más influencia pero ahora no es decisivo", argumentó.

Algo que sí le preocupa más es corregir uno de los principales quebraderos de cabeza que le ha dado el equipo desde que arrancó la temporada. Y no es otro que las facilidades que se encuentran los adversarios para perforar la portería vitoriana. "Está claro que tenemos que incidir en el aspecto defensivo para tratar de estar más seguros y no cometer los errores que tan caros nos han costado en muchos encuentros", reconoció. El duelo de esta tarde frente al Zamora será, sin duda, un buen banco de pruebas para comprobar esa evolución.