diez años después, la final de UEFA entre el Liverpool y el Deportivo Alavés sigue en sus cabezas. Ni el paso del tiempo ha conseguido borrar de su memoria aquellos 118 minutos mágicos que se vivieron en el Westfalenstadion. Todos ellos recuerdan a la perfección dónde estaban el 16 de mayo de 2001 bien entrada la noche.

Y eso que como muchos reconocen no son de recordar fechas, aniversarios o momentos especiales. Puede que a alguno de ellos en cierta ocasión se les haya pasado uno por alto. Sin embargo, ese día, Koldo Segurola, Julio Bañuelos, Iñaki Ocenda, Carlos Lasheras y Raúl Alustiza no lo olvidarán nunca.

el recuerdo

Pasión y emoción hasta saltarse las lágrimas

Cinco entrenadores que vivieron con "pasión y emoción" el partidazo que disputaron ingleses y babazorros. A Koldo Segurola le tocó comentar dicho encuentro desde los estudios de la cadena Ser. "Estaba en directo con Lekuona y recuerdo perfectamente ese día".

Julio Bañuelos, hoy técnico del Burgos, daba entonces sus últimos coletazos como futbolista con el Balaguer. El técnico de Miranda, que poco después recalaría en el Alavés, repasa la "emoción enorme" con la que vivió la final. "Vi el partido con unos compañeros en Lleida y a todo el mundo nos hizo saltar las lágrimas. Que un equipo como el Alavés llegase hasta allí fue algo insuperable".

Por su parte, Iñaki Ocenda, por entonces entrenador del Aurrera, y Carlos Lasheras, secretario técnico del cuadro rojillo por esas fechas, vieron el partido en casa y aún retienen lo que sucedió aquel día. "No soy de esos que sabe si ese día llovía, o hacía frío o recuerda mil detalles. Sí que me acuerdo de los aspectos futbolísticos, de ver el partido y de que ese día, desde que te levantas, tenía muchas ganas de que llegase la hora de la final", apunta Ocenda, hoy segundo entrenador albiazul.

Por su parte, Lasheras, entonces secretario técnico del Aurrera, recuerda que siguió el choque "con ilusión" y "cercanía", a la vez que señala que fue un encuentro "muy bonito". Quien tampoco olvida aquella fantástica final es Raúl Alustiza, entrenador nacional y comentarista de la cadena Ser. "No soy de retener fechas y números, pero sí se dónde estaba ese día. Lo vi en casa y es un partido que habré visto unas 500 veces", exagera.

El técnico, quien reconoce a continuación que en detalle habrá visto "otras tres o cuatro veces más la final", apunta que pese a no ser "tanto de los festejos que se montan alrededor de los partidos", sí que aún retiene "todos los aspectos y detalles futbolísticos" de aquel duelo antológico entre los de Houllier y Mané.

la final

Un partido loco, de ida y vuelta y para el recuerdo

No sólo él. Todos guardan en su memoria retazos de aquella final mágica. "Ha sido una de las mejores finales que se ha visto. No sé si a nivel futbolístico, pero sí de emoción, comparable a la de la Champions entre el Bayern y el Manchester de unos años después", apostilla Ocenda. Carlos Lasheras coincide con el preparador babazorro y añade que fue "un partido loco, lleno de alternativas y muchos goles, en el que pudo ganar cualquiera". De "muy abierto", califica el choque Alustiza. "El Alavés no tenía mucho rigor táctico, pero jugaba con mucho desparpajo. Se trataba de once tíos, que aunque quizá no eran muy buenos, por la relación que había entre ellos, el equipo funcionaba. Se vio un partido loco, de ida y vuelta, algo que favorecía al Alavés y en el que para el espectador imparcial fue entretenido y se divertiría mucho", añade el comentarista de la Ser.

Para Ocenda también fue un choque "abierto. Vibrante, lleno de tensión y en el que en cualquier momento se podía producir un cambio de rumbo", añade el preparador babazorro. De ida y vuelta. Un partido jugado de "tú a tú" como destaca Koldo Segurola y en el que el Alavés, "pese a no ser favorito, sus ganas le llevaron en volandas", como añade Bañuelos.

la táctica

Con el respeto lógico a un rival superior

Todos tienen una visión táctica parecida de la final. Los cinco coinciden en que Mané realizó un planteamiento correcto, aunque en algunos casos se pueda tildar al de Balmaseda de "reservón". Todos entienden que con los mimbres de que disponía el vizcaíno era complicado poder hacer mucho más, pese a que cada uno se reserve el haber hecho algo distinto. "Seguro que si hoy le preguntas a Mané si hubiese cambiado algo de aquel planteamiento táctico, te dice que sí. Siempre que pierdes un partido cada entrenador le da mil vueltas y se dice que hubiese hecho otra cosa. Analizar ese encuentro después de tanto tiempo es difícil, pero la estrategia fue la correcta", apostilla al respecto Ocenda.

Koldo Segurola va más lejos incluso y tilda el planteamiento inicial del técnico vizcaíno de "perfecto. El Liverpool se presuponía muy superior y Mané utilizó una táctica parecida a la de Mourinho. Puso al Alavés agazapado atrás para salir a la contra aprovechando la velocidad de Contra y Javi Moreno y tratar de sacar partido de la mínima oportunidad que se presentase y salió bien".

Quienes también comparten el planteamiento de Mané y ven lógicas las reservas con las que inició la contienda frente al Liverpool el técnico babazorro son Carlos Lasheras y Raúl Alustiza. "Se trataba del primer partido súperimportante en la historia del Alavés, enfrente estaba todo un Liverpool y era normal que se le respetara y no ir de cara desde el inicio", comenta el secretario técnico del Mirandés que, pese a todo, quiere dejar claro que aún y todo siendo un poco conservador "el Alavés pudo ganar el partido. El planteamiento era el que había que hacer. El contrario era muy, muy complicado y no podías tirarte con muchas alegrías para arriba", añade Alustiza.

cambios

El banquillo supo reaccionar de forma correcta a tiempo

Además, tal y como recalca Bañuelos, los albiazules, de azul y oro para tan importante ocasión, supieron rehacerse tras un discreto arranque de partido. "Se puso muy complicado, pero el Alavés se supo sobreponer", alaba el preparador del Burgos, quien cree que el conjunto vitoriano "lo bordó". Una opinión que también comparte Lasheras. "Es que hay que recordar que el Alavés estuvo al nivel del Liverpool". Le trató como a un igual. De tú a tú. Sin complejos.

Así lo vio también Segurola. "Mané acertó con los cambios. Aunque a priori el once no pareciese el ideal, el equipo no era muy largo, todos habían jugado muchos minutos y puso a los que veía más frescos y el equipo respondió perfectamente", precisa el comentarista de Radio Vitoria.

No hay peros para Mané, pese a que por el hecho de salir con tres centrales de inicio se le pudiese tildar de reservón. "Sí que era un poco amarrategi y dejaba arriba la iniciativa a los jugadores, pero el equipo jugaba de memoria, tenían arriba un hombre en vena como Javi Moreno y ese era el planteamiento que había que hacer", insiste Alustiza.

Además, respecto al dibujo táctico puesta en liza hace diez años por Mané, Iñaki Ocenda quiere aclarar que no por salir con cinco atrás se va a ser menos ofensivo. "Los números en los dibujos tácticos son sólo una referencia. Se puede convertir después en un 4-4-2, 4-3-3 o lo que sea. Al final lo que te da ser o no ser más ofensivo son los propios jugadores y lo que se les pida que hagan".

Por eso, los cinco tienen claro que aunque al final el Alavés no pudo ser campeón de la UEFA no se puede poner ningún reproche a Mané. "Yo sólo hubiera cambiado el marcador", zanja Segurola. "A toro pasado es muy fácil hablar y decir que se podía haber hecho esto o lo otro. Mané nos llevó hasta allí, hay que agradecérselo y por mi parte no va a haber ninguna crítica", apostilla Bañuelos.

sentimiento

Orgullosos por un equipo que estuvo de diez

Por eso, por mucho que los entrenadores sean como los maestros y cada uno tenga su librillo y su propio estilo, no hay peros. Pueden surgir debates sobre el once, pero nada más. Hasta ahí. Sin nada que objetar al equipo que puso en liza Mané. Así lo entiende Raúl Alustiza. "Quizá Pablo, que esa temporada había estado muy bien, podría haber empezado ya que él le daba más sentido al juego ofensivo. Intento empezar un poco segurola, pero es que tampoco había mucho más y es lo que había que hacer. Además, con lo que tenía se funcionaba bien".

Por eso, tanto el entrenador nacional como el resto de sus colegas acabaron más que orgullosos con la gesta llevada a cabo por el Alavés y todos ellos le pondrían "un diez. Con la mitad de calidad que otros, obtenía el doble. Por eso, viendo el potencial que tenía ese equipo le pondría un diez, ya que era imposible dar mejor rendimiento con lo que había", apunta Alustiza.

Lasheras traslada ese diez "también para la afición. Faltó la guinda, pero la trayectoria, habiendo eliminado al Inter, Kaiserlauten y demás fue espectacular", añade el secretario técnico rojillo. Una pena no rematar la faena. Así lo ve también hoy en día Ocenda. "En el momento te queda un sabor agridulce por no poder conseguir lo que pretendías, pero que un Alavés, con esos jugadores, diese todo y tuviese contra las cuerdas a todo un Liverpool, te llena orgullo". Mientras, Bañuelos califica de "excelente" la imagen dada por el cuadro babazorro ya que "independientemente del resultado, mejor no se pudo hacer". Para Lasheras, "el coraje, la entrega, la profesionalidad del equipo y la actitud y el comportamiento que tuvo la afición" durante la final en Dortmund fue "para enmarcar. Un diez".