Vitoria. La experiencia de la pasada temporada contra el Pontevedra está demasiado fresca en la memoria alavesista como para que se olvide en un solo año. Lo que se dibujaba como una fiesta en albiazul acabó convertido en tragedia. Fue un capítulo negro, otro más, en la historia del Glorioso y por eso la plantilla ni siquiera se plantea la opción de tener que jugarse el todo por el todo en un último partido a cara o cruz. Bastante son los puntos que se han regalado ya por el camino como para seguir realizando concesiones. Desea el Alavés una victoria que le permita sellar de forma matemática su clasificación para el play off y la desea de manera inmediata. Si tiene que haber celebración, por pequeña que sea, que se produzca en el viaje de regreso de León. Dejar esa fiesta para la próxima semana podría conducir a la catástrofe más absoluta, es decir, lo que nadie quiere vivir.
Necesita otro punto de tranquilidad el Alavés y solo lo conseguirá, por sus propios medios, si consigue la victoria en la visita a una Cultural Leonesa que no está matemáticamente salvada pero casi. Cierto es que el Alavés puede echar mano de calculadora e, incluso, tener un ojo puesto en el resultado del Palencia, pero no menos cierto es que la plantilla quiere asegurarse el objetivo mínimo de la temporada sin la necesidad de depender de terceros.
Ganar para estar en el play off y ganar para aspirar a la mejor posición posible dentro del Grupo II. La lógica dice que dicho puesto es el tercero, en manos en estos momentos del Real Unión tras su victoria de ayer contra el Sporting B, pero tampoco se puede descartar que el Eibar pinche. Por ello, el Alavés tiene como objetivo convertirse en una amenaza y en sus manos está ese tercer puesto del grupo que es un poco más ventajoso que el cuarto.
Se planta Miguel Ángel Álvarez Tomé en su ciudad natal con una convocatoria en la que se echan en falta varios nombres de futbolistas relevantes. La precaución llama a las puertas del Alavés, más aún con todas las lesiones que se han producido a lo largo de la temporada, y jugadores con molestias como Casares e Ibon Gutiérrez se han quedado en casa. También algún otro habitual, como Salcedo, podría caerse del once inicial para tener un poco de descanso y dejar su hueco a algún compañero con menos cansancio en sus piernas.
Destaca en la convocatoria del preparador leonés la presencia de Iván Malón. Cierto es que el valenciano estuvo entre los dieciséis elegidos el pasado domingo, pero a lo largo de toda la semana no se ha ejercitado con el equipo y solo ha entrenado con el grupo en la sesión de ayer. Se le quiere dar ritmo al valenciano. Lo mismo que se pretendía hacer con Jules Pardo, aunque finalmente el francés se quedó en Vitoria al considerarse precipitado su regreso al equipo.
Con todas estas circunstancias, podría presentar Álvarez Tomé una alineación con bastantes novedades. Eso sí, el equipo será competitivo e intentará seguir en la misma línea de seriedad y sobriedad, sobre todo a nivel defensivo, que ha mostrado en sus últimas comparecencias. Los graves errores en la zaga parecen haber desaparecido, cabe esperar que definitivamente, y el objetivo es que Dituro se quede por segunda jornada consecutiva sin encajar un gol. Partiendo de esta premisa, la victoria, el play off y la tranquilidad serán una realidad.