Vitoria. Los últimos apoyos que ha recibido el Baskonia desde el entorno del Deportivo Alavés, pidiéndole encarecidamente que no se retire del proceso de capitalización, han conducido a Josean Querejeta a reconsiderar su postura inicial y dejar a un lado el ultimátum que expiraba a las doce de la noche de ayer y con el que amenazaba con abandonar todo el proceso si no se daban las circunstancias propicias para su desembarco en la entidad del Paseo de Cervantes. Las mismas siguen sin producirse, pero la petición pública realizada por Sentimiento Albiazul, Accionistas Albiazules, Asiste o Delega y Alavés Gare ha provocado que el Baskonia varíe su planteamiento inicial para afanarse en conseguir la solución deseada para el Alavés a lo largo de la próxima semana, que se presenta, ahora sí, como la definitiva para que el grupo inversor liderado por Querejeta cierre todos los apartados que quedan pendientes y concluya de esta manera el largo proceso de capitalización albiazul.
El comunicado que el jueves por la noche hicieron público los cuatro grupos del entorno albiazul ha resultado un verdadero espaldarazo para el presidente baskonista, que ha encontrado en los pequeños accionistas un bastión de apoyo importantísimo para culminar todo un proceso de capitalización al que ha acudido de la mano de las instituciones. Descartada la opción de ejecutar su ultimátum del miércoles, cuando el Baskonia depositó ante notario cheques por valor de 2,5 millones de euros, Querejeta tratará de dar en los próximos días las pinceladas definitivas que zanjen su desembarco en el Alavés.
La próxima semana se perfila, ahora sí, como la definitiva para que todos los agentes implicados en el proceso concreten la solución para el Alavés. La cuestión temporal no es ya baladí y el hecho de que el próximo 17 de mayo haya una vista en la que los acreedores solicitarán el incumplimiento del convenio por impagos -petición que supondría la apertura del proceso de liquidación- obliga a que toda la situación se resuelva de manera casi inmediata. Si para esa fecha el relevo en el accionariado no se ha cerrado de una vez por todas, la desaparición del Alavés, esta vez de manera definitiva, puede convertirse en una triste realidad.
Todavía son dos los frentes que continúan abiertos. Por una parte, y el que más enquistado se encuentra en estos momentos, está la negativa de los técnicos de Caja Vital a conceder el crédito de dos millones de euros que se les ha solicitado. Argumentan los especialistas de la entidad financiera que los avales aportados para la operación -los ingresos del alquiler de Izarra durante diez años a razón de 200.000 euros anuales- son insuficientes, pero incluso con ese informe negativo se podría dar luz verde al crédito. En este sentido, el papel de los dos principales responsables políticos que han conducido todo el proceso, el jeltzale Claudio Rodríguez y el socialista Txarli Prieto, vuelve a tomar relevancia, ya que serán los encargados de limar aristas y cerrar el pacto con Caja Vital tal y como se recogía en el acuerdo firmado entre el Baskonia y los dos partidos que rigen el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación Foral de Álava y el Gobierno Vasco.
Además del apartado del crédito -al que va asociado un patrocinio de 200.000 euros anuales durante el próximo lustro-, el otro aspecto que queda por cerrar es el proceso de relevo en el club. El Baskonia ya ha realizado una oferta a la actual directiva para que cobre la deuda que tiene pendiente -250.000 euros ahora y esa misma cantidad dentro de un año-, pero Ruiz de Gauna todavía no ha respondido a esa proposición. Los cuatro grupos que se reunieron el pasado jueves con Querejeta se han ofrecido como intermediarios para acercar posturas y la semana que viene esperan reunirse con el presidente para convencerle de que acepte la propuesta que se le ha trasladado.