Vitoria. Tras la laboriosa victoria ante el Guijuelo que alivia en parte las urgencias clasificatorias albiazules, Miguel Ángel Álvarez Tomé mostró su satisfacción por los tres puntos amarrados y confió en que, a partir de ahora, el equipo enderece definitivamente el rumbo en busca del anhelado ascenso. "Veníamos de unos resultados malos y es una noche para estar feliz. El equipo ha vuelto a trabajar y lo ha dado todo en el campo", resumió.

El técnico alavesista reconoció que había sido "una victoria sufrida" tras los tardíos goles sellados por Casares y Oscar Martínez, aunque reconoció los méritos de su equipo. "Hubiese sido justo haber metido algún gol más. Ha sido un partido de máxima dificultad porque el Guijuelo encaja poco gol y se está jugando la vida. Después de tantas jornadas sin ganar, los tres puntos nos vienen de maravilla", precisó el leonés, quien justificó su planteamiento al señalar que "nuestra obligación es salir a por los partidos y mandar decididamente, aunque como no estamos muy finos a veces nos genera dudas el hecho de adelantar tanto la defensa".

De cara al futuro, Tomé precisó que esta victoria nos dará "tranquilidad y confianza" porque recordó que "además, se han producido otros resultados que nos favorecen". Ahondando en esta idea, Tomé aseveró que "no podemos mirar a los rivales por el puesto que ocupan en la tabla porque puede ser tan potente el Guijuelo como el Mirandés. Hay mucho en juego y cualquiera que se juega la salvación te puede dar un disgusto". Por último, el preparador albiazul dijo que "éste es el camino a seguir", si bien se mostró inconformista. "Hubo ciertas indecisiones en la primera parte porque en el último partido no estuvimos bien atrás".