vitoria. Ofrecer una rueda de prensa a los pocos minutos de recibir una goleada sonrojante en tu propio estadio puede resultar un trago amargo para cualquiera. A Miguel Ángel Álvarez Tomé tampoco le resultó sencillo. Cariacontecido, dolido y sin explicaciones plausibles a lo sucedido sobre el césped de Mendizorroza, el preparador leonés abogó por mirar al futuro inmediato, por recuperar anímicamente a un grupo que ayer quedó abatido tras el paseo triunfal del Eibar. "No nos podemos hundir", manifestó el preparador del equipo albiazul. "Este equipo siempre ha dado la cara. Tengo que trabajar para recuperar a los jugadores después de esto", añadió.
El discurso del entrenador del Alavés destilaba la misma preocupación que invadió las gradas del estadio gasteiztarra. Tomé, sin acertar a ofrecer una respuesta a las preguntas que requerían una explicación al hundimiento del equipo, quiso ponerse el primero en la lista de culpables: "No estamos bien, y el entrenador es el primer culpable. Si dijera que no estoy preocupado, no sería responsable", admitió.
En los pensamientos del preparados leonés durante el encuentro estuvieron los más de siete mil aficionados que acudieron al campo a presenciar lo que se preveía como un encuentro decisivo para las aspiraciones del cuadro albiazul. "Lo sentimos mucho por nuestra afición, que no nos ha reprochado nada hasta el final, a pesar de que hoy nos merecíamos una bronca. Que te metan un 0-4 en casa es un palo", asumió un Tomé para quien la "falta de reacción" de sus pupilos resultó determinante.
"En la segunda parte no hemos estado. Nos ha pesado mucho el resultado, no hemos sido capaces de sobreponernos, sobre todo después del tercer gol", indicó. A su juicio, la situación aún reversible, ya que este equipo "siempre ha dado la cara". "Hoy -por ayer- no, pero en los anteriores partidos la ha dado. Ahora tenemos que levantarnos y dejar que el tiempo diga si podemos ser segundos, terceros o cuartos", reseñó un Tomé que, por el peso de la lógico, parecer haber asumido el adiós a las opciones de cerrar la temporada como líder de grupo.
Más optimista aunque también conciliador se mostró Manix Mandiola. El técnico del Eibar se felicitó por la victoria de su equipo y quiso animar al devastado rival que dejó a su paso en Vitoria. "El Alavés tiene mucho más equipo y mejores jugadores de lo que se ha visto", aseveró un tipo que conoce la casa, sigue la actualidad del club albiazul y considera que "otros asuntos" están diezmando el rendimiento de la plantilla alavesista. "Se habla de todo menos de fútbol, y así es difícil. Este equipo soporta mucha presión", concluyó.