vitoria. Un nuevo aplazamiento a la vista. Los juicios del próximo jueves día 14, donde un grupo de exjugadores y extécnicos reclaman el incumplimiento del convenio por el impago de 560.000 euros del primer plazo del convenio el pasado mes de noviembre -situación que podría derivar en la apertura de la fase de disolución del club albiazul-, podrían sufrir una nueva moratoria si antes de esa fecha no se alcanza una solución definitiva en el traspaso de poderes entre el Alavés y el Baskonia.
De momento, Vanessa Ruiz de Gauna comentó que el actual consejo de administración va a hacer todo lo posible por "volver a posponer los juicios". La directiva albiazul apuntó que tiene intención de hablar con los representantes de los acreedores y confía en que estos sean "razonables" y den el visto bueno a un nuevo aplazamiento de la vista.
Al menos, las dos partes implicadas sí que están dispuestas a conceder otra prórroga al Alavés y "esperar" un poco más para percibir las cantidades que les adeuda la entidad albiazul. Iñigo Landa y Pablo Arregi, representantes del grupo de acreedores que en principio deben verse las caras este jueves en los juzgados con los directivos del conjunto babazorro están por la labor de aguardar un poco más a la espera de que llegue un desenlace positivo para el club y evitar que estas vistas puedan tener un desenlace funesto para la entidad e interferir en las negociaciones abiertas durante los últimos días.
Ahora bien, una de las dos partes implicadas, la de Pablo Arregi, confirmó ayer que aún no había recibido la llamada de los responsables albiazules para solicitar un nuevo aplazamiento. El abogado gasteiztarra estaría abierto a concederlo, al igual que su colega bilbaíno Iñigo Landa, ya que ambos entienden que en las actuales circunstancias, con unas negociaciones abiertas en las que todo apunta a que llegará un final feliz, tienen más opciones de cobrar sus deudas dentro de los próximos cinco años, como corresponde al convenio firmado en 2009.
Ambos son conscientes de que la celebración de los juicios llevaría consigo la apertura de la fase de liquidación que obligaría al Deportivo Alavés a deshacerse de su patrimonio y sólo serviría para conseguir una pequeña parte del dinero adeudado por la entidad albiazul, por lo que todo apunta a un nuevo aplazamiento de los juicios.