EL Deportivo Alavés ha demostrado en las últimas jornadas que no sigue los preceptos de aquel maestro del fútbol llamado Helenio Herrera. Aseguraba el mítico HH que al fútbol se juega mejor con diez que con once. Temas de motivación y de sobreesfuerzo ante la inferioridad, más que nada. En el caso del Glorioso, como en la mayoría, no es así. Diez expulsiones ha recibido el cuadro albiazul y en esos nueve partidos que ha acabado en inferioridad su bagaje es de siete puntos de veintisiete posibles. La cifra es más sangrante todavía durante la segunda vuelta, en la que el conjunto vitoriano ha terminado con un jugador menos ya en seis ocasiones en las que solo ha podido sumar tres empates, el último de ellos al remontar ayer al La Muela.

La expulsión que ayer sufrió Dituro viene a ahondar en un problema que se ha repetido ya en demasiadas ocasiones a lo largo de la presente temporada. Tardó el cuadro albiazul diez jornadas en padecer su primera expulsión. Se la llevó Moya en la visita al Sporting B en un partido saldado con derrota. En el siguiente compromiso, contra el Oviedo, Cuesta y Casas se fueron al vestuario de manera prematura, aunque se consiguió salvar la victoria. Dentro aún de la primera vuelta, contra el Lemona, Jito vio la roja en un duelo que se empató.

Cuatro expulsiones en esos primeros diecinueve compromisos no era un número elevado, pero la cifra se ha ido incrementando de manera vertiginosa a lo largo de la segunda vuelta con el consiguiente rédito negativo para un Alavés que, por su estilo de juego con unas bandas muy abiertas, sufre mucho cuando se ve en inferioridad.

De los catorce compromisos disputados en este segundo tramo de la competición, el cuadro vitoriano solo ha podido terminar con diez jugadores sobre el terreno de juego en ocho. En otros seis, una expulsión le ha dejado con un jugador menos y mermado en busca de unas victorias que se han escapado porque el balance es de tres empates y tres derrotas. Más sangrantes aún son los registros de los últimos cuatro partidos, en los que el Alavés ha acumulado tres tarjetas rojas (Dituro en Oviedo, Ibon en Lezama y el meta argentino ayer de nuevo contra el La Muela) en encuentros en los que solo ha sumado un punto.

Y si sangrante es el asunto concerniente a las expulsiones, no menos doloroso es el elevado número de penaltis en contra que acumula el Alavés. Con el de ayer contra el La Muela, el conjunto albiazul ya se ha visto castigado hasta en ocho ocasiones con la pena máxima y solo una, ante el Sporting B, ha podido ser detenida.