Tras volver a ganar, llega en Oviedo la oportunidad de reafirmarse.
Una victoria serviría para afianzarnos y ver que vamos serios a por el liderato. Nos quedan nueve finales contra equipos que se van a jugar algo, ya sea por arriba o por abajo. Tenemos que ser conscientes de que es un camino muy largo y desde mañana mismo va a ser muy complicado porque el Oviedo en las últimas jornadas tiene números de líder.
¿Se liberó el vestuario?
Era un partido complicado por la mala racha que llevábamos, con dos puntos de doce posibles, y la verdad es que nos sirvió de mucho marcar pronto y sentenciar. Nos vino bien para liberarnos y tener tranquilidad y, además, pudimos dejar la portería a cero, que viene bien para el equipo y para el debut de Dituro. Ahora vamos a Oviedo a ganar otra vez, sabiendo que solo con esos tres puntos vamos a mantener el liderato.
¿Cómo se explica dentro del equipo esa mala racha?
Antes ya tuvimos unos cuantos partidos en los que nos llevamos la victoria con un poquito de suerte. Cogimos una dinámica positiva, pero teníamos que ser conscientes de que no estábamos tan bien. Tampoco en la racha negativa merecimos perder algunos partidos, pero anteriormente en varios compromisos no merecimos ganar y lo conseguimos. Hemos tenido suerte de campeón, pero eso se fue y ahora al equipo le está costando. Había que ver que no era tan fácil como se podía pensar. Ahora está muy ajustado. Ya no solo es el Eibar, ahí están el Mirandés y el Real Unión.
Usted ha mantenido en todo momento un discurso crítico.
Creo que hay que ser realista. Hay que ver las cosas de una manera crítica incluso cuando se gana. El entrenador nos insiste mucho en eso y muchas veces cuando se gana no acaba contento. Nadie podía pensar que iba a ser fácil y no podemos echar las campanas al vuelo a pesar de que estamos líderes.
Hablamos del peor momento del año, pero entre la primera vuelta y la segunda solo hay en este momento un punto de diferencia.
Si seguimos en la misma dinámica vamos a ser primeros al final y todos sabemos que el camino hacia el ascenso es más sencillo. Cualquiera se cambiaría por nosotros.
Precisamente el tramo de partidos que ahora se inicia fue espectacular en la primera vuelta.
Los dos empates en casa, ante Lemona y Cultural, fueron en partidos muy raros. Después, en el del Eibar demostramos que podemos ser superiores a ese equipo y fue muy extraño que nos fuésemos de vacío de Ipurua. Si repetimos los mismos números seremos campeones, pero ahora va a ser más difícil.
En el plano individual, se encuentra en un gran momento de forma.
He pasado por diferentes fases. Empecé muy fuerte y después el partido del Eibar me hizo mucho daño en cuanto a moral. Se me castigó justamente con una suplencia y últimamente he ido alternando como central y lateral. Parece que ha pasado esa etapa de la temporada en la que sufrí muchísimo. Estoy cómodo y seguro de cara al final del curso.
¿Central o lateral?
Me encuentro mucho mejor como central, estoy cómodo y seguro. Empecé en Guijuelo y creo que he respondido bien, pero en los últimos partidos he ido alternando con el lateral, donde había pasado momentos malos, y me he sentido bien. También es importante ser polivalente y aportar en varios puestos.
Y tanto, porque su debut con el Alavés lo hizo jugando de pivote.
Fue un estreno peculiar. Se me fichó como central, a los tres días jugué de pivote en Pontevedra y estuve ahí tres o cuatro jornadas. Era una posición desconocida para mí porque no había jugado ahí nunca. Con lo de central y lateral es suficiente.
Hablando del pasado curso, cómo ha cambiado el equipo en un año.
Lo bueno es que el cambio ha sido para mejor. Cuando llegué el año pasado el equipo estaba en una situación complicada, llegó mucha gente en enero, entre ellos yo mismo, y en esta ocasión solo se ha tocado la portería. Ahí se ve la dinámica de cada temporada. La llegada del entrenador también ha sido muy positiva para el equipo porque nos ha dado esa estabilidad que se necesitaba. Somos un equipo con ganas de morder. Aquí cada entrenamiento es como si fuese el partido de vuelta de la última eliminatoria del play off y eso es muy bueno porque no regalamos nada y estamos muy motivados.
Precisamente, se alaba de este Alavés su concepto de bloque.
Aquí no destaca ningún jugador sobre el resto y eso hace que seamos un grupo muy bueno. Ahí está el caso de Óscar Martínez, que parecía que no pintaba nada en el equipo y ahora lleva ocho goles en diez partidos, un registro de pichichi de la categoría. Hemos pasado momentos malos y si estamos arriba es por culpa de gente como él, que ha estado trabajando día a día cuando ni entraba en las convocatorias ni parecía que iba a entrar. La temporada no se nos está haciendo larga porque cualquiera que entre lo puede hacer bien. Eso lo hemos conseguido gracias al entrenador, que en cada sesión no te deja salirte ni un solo segundo.
El mayor sufrimiento está llegando en el apartado defensivo.
No estamos respondiendo porque llevamos muchos goles en contra y un equipo que quiere estar arriba para subir de categoría defensivamente tiene que mejorar mucho porque hay muchos partidos que se van a resolver por 1-0, sobre todo en este tramo final de temporada o en un play off.
Esta temporada también está siendo importante en ataque, sobre todo en los saques de banda.
Es la estrategia más fiable del Alavés porque ya llevamos cinco goles a través de los saques de banda. Los rivales se meten atrás como si fuese una falta o un córner. Todas las semanas trabajamos los saques de banda, es un arma a nuestro favor y lo que hay que intentar es que el balón llegue lo más lejos posible y tener un poco de suerte.
También ha aportado un par de goles.
He tenido la suerte que me faltó el año pasado. El primero, el penalti contra el La Muela, fue raro. Todo el mundo me preguntó por qué lo tiraba yo y la verdad es que no lo tiré muy bien, pero entró. El segundo fue muy bonito, para matar un partido que se nos estaba complicando contra la Peña Sport.
Si les llegan a pitar otro penalti, ¿le tocará volver a ser el lanzador?
Primero ha de llegar. Estoy seguro de que somos el equipo al que menos penaltis le han pitado. Tiré bastante mal en La Muela y entró. Si viene otro, no sé qué decidirá el entrenador. Lo importante es que llegue ese segundo penalti de una vez.