Vitoria. El futuro Deportivo Alavés continúa aún en pleno proceso de fabricación. Tras largos meses en los que se vislumbraba una salida diáfana al final del túnel, el tira y afloja que los nuevos inversores mantienen entre sí, por un lado, y con la propia Diputación foral de Álava por otro ha acabado originando finalmente una prórroga de un mes en el proceso de ampliación de capital iniciado el 29 de diciembre. Como DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA adelantó el pasado viernes, la junta directiva albiazul confirmó ayer a través de un comunicado que "ha decidido prorrogar el plazo de ampliación de capital hasta el próximo 4 de abril" a instancias del Ejecutivo foral. Una noticia que la familia Ruiz de Gauna se lanzó a negar rotundamente el mismo día de su publicación, llegando a asegurar que "tomaría las medidas pertinentes" contra este periódico por lo que consideraban "una información falsa". Ayer, cuatro días después, los dirigentes albiazules tuvieron que desmentir su propio desmentido.

Como estaba previsto, los actuales mandatarios del club procedieron ayer a "realizar las gestiones oportunas" para la pertinente publicación en el BORME de la citada prórroga durante los próximos días. Por su parte, la Diputación se mostró satisfecha por esta extensión "en el tiempo necesario para que el trabajo que se está realizando pueda culminar con éxito". El ente foral trabaja ya con este nuevo colchón de un mes de duración para "seguir manteniendo conversaciones con posibles inversores y otras instituciones".

"Estamos realizando múltiples esfuerzos para despejar el futuro del Alavés. Una vez se produzca la capitalización esta institución no se va a apartar de ese trabajo ni se va a mantener al margen del liderazgo que estamos manteniendo. Acompañaremos a quienes hayan hecho la capitalización para que entre todos seamos capaces de perfilar un futuro para el Alavés", explicó el teniente de diputado general. Mientras tanto, a la espera de que las manidas conversaciones se transformen de una vez por todas en una realidad tangible para todos los seguidores del conjunto vitoriano, la Diputación instó a Alfredo Ruiz de Gauna a aportar lo que en estos momentos consideran como el único activo del actual presidente albiazul.

"Ahora mismo sólo puede aportar tiempo, que es precisamente lo que le hemo pedido. Los empresarios que estén dispuestos a invertir aportarán el dinero, y las instituciones las actuaciones necesarias para que el proceso culmine con éxito. Esos son los tres factores que se necesitan", enumeró Claudio Rodríguez antes de subrayar que la deuda que asola a la entidad de Mendizorroza ya ha echado para atrás a algunos inversores. "La capitalización consiste en aportar 2,5 millones de euros a un club que tiene una deuda concursal de doce millones y otra postconcursal de dos millones más. Catorce en total. No es fácil porque no es un atractivo irrenunciable que alguien pueda aportar dinero a un proyecto que tiene estas circunstancias de partida", incidió una semana más el portavoz foral.

La incógnita del día a día Pero la dilación a la hora de finiquitar un proceso de ampliación de capital que en sus dos meses iniciales se ha saldado con la exigua aportación de un puñado de accionistas no ayuda demasiado, al menos por ahora, a clarificar el escenario por el que deambula el Deportivo Alavés. Inmerso en pleno proceso de supervivencia casi a diario, el impago de los salarios del mes de febrero a los trabajadores que no forman parte de la estructura deportiva es la última voz de alarma que ha rebotado en las paredes de las oficinas del Paseo de Cervantes.

Y todo mientras el próximo día 24 los directivos albiazules tienen una nueva cita en los Juzgados de la capital alavesa para saldar una deuda cercana al medio millón de euros con varios exjugadores. "Es responsabilidad del Alavés resolver en los juzgados lo que salió del concurso o la resolución de la fase concursal", advirtió ayer Claudio Rodríguez. La solución, sin embargo, no parece una cuestión inminente.