¿Cómo marcha la experiencia que está viviendo en su primera temporada en el Mirandés?

Estoy muy contento porque otra vez tenía ganas de volver a casa después del año que pasé en Guijuelo. Allí estuve a gusto y me trataron fenomenal, pero estar separado de la familia es muy duro y como me brindaron esta posibilidad de venir al Mirandés estoy encantado.

Hace un par de temporadas, cuando fichó por el Alavés, ya comentaba esas ganas que tenía de volver a casa tras muchos años lejos de Vitoria y muchas vueltas. No pudo cumplir ese deseo de retirarse en el Alavés, pero se mantiene en la cresta de la ola.

No ha sido fácil porque después de salir del Alavés me quedé colgado a última hora esperando a algún equipo de Segunda División. Me quedé un poco tirado, pero al final me llegó la oferta del Guijuelo, la única que tuve para seguir en activo. Físicamente me encontraba bien, quería seguir jugando y ahí estoy aguantando.

Esa temporada en el Alavés, por todo lo que pasó, es sin duda una de las más duras de su carrera.

Sí, no cabe duda. Estaba en mi casa, en un club en el que se podían hacer cosas muy bonitas y fue una lástima que no pudiésemos mantener la categoría. Se me hizo muy duro porque toda la gente que te rodea es aficionada del Alavés y te preguntaban qué pasaba y por qué iban tan mal las cosas. Al final, pese a todo el empeño que pusimos, no conseguimos la permanencia.

Han pasado casi dos años desde ese descenso. ¿Hay alguna explicación lógica?

Hicimos muy mal las cosas. Se marcharon jugadores muy importantes al principio y mediada la temporada. Los que nos quedamos no dimos la talla que se esperaba y fue un cúmulo de cosas que ya ni me apetece recordar.

Ese descenso pasó factura a casi toda la plantilla.

Mucha gente dice que a los jugadores no nos afecta un descenso, pero después del club somos los principales perjudicados de esas situaciones. Algunos, por trayectoria y progresión, pueden encontrar equipo, pero otros que quizá no tengamos tanto nos tenemos que buscar las habichuelas en otro lado.

En el Guijuelo consiguió reengancharse y no perder el tren de manera definitiva, que es algo que les pasa a muchos futbolistas.

En el fútbol todo se olvida muy rápido. Hay quien espera a ver si sale algo o lo deja para diciembre y se acaba quedando sin equipo. Los meses pasan y cuando crees que puedes tener opciones de engancharte porque tienes una trayectoria cualificada, al final hay gente preparada para ocupar tu lugar y corres el riesgo de quedarte tirado.

La experiencia en Guijuelo dará para escribir un libro.

Es un club peculiar. Muy campechano, de andar por casa. Vivir allí fue duro al estar separado de mi familia y todas las semanas estaba viaje para arriba y viaje para abajo, pero no perdí la oportunidad y ahora estoy en un club con otras aspiraciones.

Y aquello del intento de compra de un partido en el "play off" de descenso contra el Espanyol...

Pagaban bastante y nunca me había encontrado en esa situación. Conocía a Gabri y me lo ofreció, pero no podía defraudar a gente que me había tratado tan bien en el Guijuelo y al final todo salió bien y nos salvamos y todos contentos.

Hablaba de proyecto del Mirandés. Cuanto menos ilusionante.

Nadie se podía esperar estar a estas alturas en play off, pero Pouso conoce perfectamente la categoría y a muchos futbolistas y desde el primer momento tenía claro lo que quería a nivel futbolístico y humano. Todo está saliendo rodado. Como club, la masa social del Mirandés no la tienen otros equipos y eso lo hace un club especial. Se están haciendo las cosas bien, con calma y nadie se está volviendo loco.

Llevan ya mucho tiempo asentados en esa tercera plaza. ¿Miran hacia arriba o hacia abajo?

Yo personalmente, hacia abajo. Sería muy bonito cazar a dos superequipos como Eibar y Alavés, pero tenemos que ser conscientes de que vienen por detrás clubes muy importantes y hay que tener mucho cuidado con ellos.

Lo que han dejado claro es que tienen un potencial enorme. Ahí están sus victorias en Eibar y Vitoria.

Fueron victorias importantes, pero aquí lo que vale es la regularidad. Si somos capaces de hacer buenos partidos ante equipos que no tengan tanto nombre como Alavés o Eibar, creo que podríamos estar mucho más tranquilos. Ahora tenemos que aguantar todo lo que podamos y el primer objetivo es dar la campanada este fin de semana.

Precisamente es en Anduva donde más le está costando obtener buenos resultados.

Los rivales suelen venir a replegarse atrás y los partidos se nos hacen complicados, pero contra un equipo como el Alavés, que nos discutirá la posesión del balón, esperamos poder hacer mejor nuestro fútbol en este partido.

Pues tienen una afición exigente.

Mucho. Y eso que este año me han dicho que están bastante más calmados, que la temporada pasada si no ganabas casi desde el principio te apretaban bastante. Se están portando fenomenal, saben que nos tienen que dar ese punto de tranquilidad para que podamos hacer un buen fútbol y en ese sentido no nos podemos quejar.

En lo personal, otra vez siendo una pieza importante, con muchos minutos e, incluso, algún golito.

Uno. Y de carambola. Estoy muy contento y está claro que no me puedo quejar. La confianza que me está dando el entrenador es muy importante y se refleja en el campo. En el grupo hay una buena sintonía entre los jóvenes y los veteranos, que en ciertos momentos podemos dar un punto de tranquilidad.

Está cerca de cumplir los 33 años, pero parece que aún le queda cuerda para rato en este mundillo.

Eso espero porque otra cosa no sé hacer y cada vez que me lo planteo prefiero ni pensarlo. Ves que van pasando los años y que esto se va acabando, pero mientras me siga encontrando como hasta ahora seguiré dando guerra.

Este partido está marcado en rojo desde antes de que arranque la temporada y más aún ahora que los dos equipos marchan tan bien.

El año pasado los dos equipos no estaban tan bien y ya fue un porrón de gente, así que ahora... Es un partido bonito para la afición y muy importante para los dos equipos porque es un duelo directo.

¿Qué le está pareciendo esta temporada el Alavés?

Lo esperado, es decir, muy bien. Es un club que está hecho para estar arriba y si está primero es porque las cosas se están haciendo bien. Esperemos que consiga el play off y si puede ser primero mucho mejor.

Así que lo ve un escalón por encima del Mirandés.

Sí, pero les tenemos a cinco puntos y hay que ir a ganarles como sea, pero esa calidad de plantilla que tienen determina la posición de cada equipo. La amplitud de la plantilla le está dando ventaja porque jugadores que parecía que no iban a aportar son los que están sacando las castañas del fuego.

Partido de alto voltaje.

Vamos a ver un duelo de estilos diferentes. Ellos intentarán sacar partido de su velocidad y de su pegada porque tienen jugadores que te pueden hacer mucho daño. A nosotros nos gusta más tener la posesión del balón y buscar tranquilidad. Van a saltar chispas porque somos dos rivales directos.

¿Ve a este Alavés en Segunda?

Lo firmo y también tengo claro que nosotros no vamos a renunciar a optar a lo máximo. Estamos en una posición privilegiada y ojalá lleguemos con fuerzas al tramo decisivo de la temporada para tener opciones en el play off e intentar dar la campanada. Llegados a unas eliminatorias, que sería premio suficiente pata todos nosotros esta temporada, nadie nos podría descartar para algo más importante.