Vitoria. Las sensaciones en el entrenamiento matinal de ayer del Deportivo Alavés en Ibaia no eran, como es lógico, las más positivas. Apesadumbrados se encontraban los futbolistas por la derrota contra un Palencia que no fue superior pero que fue capaz de llevarse los tres puntos de Mendizorroza. "El equipo no mereció esta derrota porque ellos tampoco crearon ocasiones para llevarse el partido, pero esto es fútbol y hay que acatar el resultado, ponerse las pilas de nuevo y seguir currando. Hay que levantarse porque seguimos primeros a pesar de haber perdido y no podemos dejar escapar la pequeña ventaja que tenemos", señaló Javi Casares a la conclusión de dicha sesión de trabajo.

El gaditano mostró su "total confianza" en sus compañeros y remarcó que el equipo tiene "capacidad para reaccionar y salir adelante". Además, el extremo ponderó que "a pesar de que se ha perdido el colchón de puntos con respecto al Eibar, todo el mundo habría firmado ser líder a estas altura cuando empezó la temporada".

Del partido del pasado sábado, Casares tiene claro que sufrió un penalti que el colegiado, al que calificó como "uno de los peores" que ha visto en su carrera por "su soberbia y su prepotencia", no quiso ver, mientras que asegura que el próximo compromiso contra el Mirandés "va a ser un partido de play off en el que hay que salir con los cinco sentidos".

Por último, y con respecto a la incapacidad del equipo para manejar el otro fútbol y dormir los partidos que le son favorables con distintas argucias, Casares considera que el Alavés es un equipo que "no está configurado para jugar así y a veces le falta esa chispa para perder tiempo y desquiciar al rival".