Por su forma de ser y su competitividad, es evidente que su deseo es volver al equipo esta jornada frente al Palencia.
Quiero volver a jugar porque estas tres semanas viendo los partidos desde fuera me han servido para comprender lo que sienten los aficionados que vienen a vernos cada partido. Personalmente lo paso muy mal y, acostumbrado a estar dentro y echar una mano a los compañeros, todas esas sensaciones te las tienes que reprimir. No puedes participar, ni puedes evitar cosas que están pasando y se pasa bastante mal, así que prefiero estar dentro del equipo.
¿Qué tal se encuentra?
Esta semana me he encontrado muy bien, muy a gusto y la verdad es que este parón parece que no se está notando mucho. Además, venía arrastrando una molestias en la rodilla que ya han remitido y parece que todo va sobre ruedas. Estoy a disposición del entrenador y con muchas ganas de jugar desde el primer día que me operaron. Una semana más en la grada me puede costar un disgusto.
En su caso, estar a tope físicamente es fundamental porque es uno de los jugadores que más exigencia tiene desde esa vertiente.
Los laterales en el fútbol estamos muy poco valorados, pero yo siempre digo que somos los que más descubiertos y desprotegidos estamos de cara a los contrincantes. Todos intentan atacar por fuera y apenas tienes ayudas. Encima, con el estilo de juego de este Alavés todavía estamos un poquito más desprotegidos. Por suerte, estamos cubriendo bastante bien esta zona y en lo personal antes de la lesión me estaba sintiendo muy cómodo.
Nunca vienen bien las lesiones, pero en su caso se encontraba en un momento de forma espectacular, el mejor de la temporada.
Es difícil engranar un equipo con tantos jugadores nuevos y en mi caso la pretemporada me pasó un poco factura porque fui uno de los últimos en llegar. A base de trabajo y de horas uno va encontrando su forma y su lugar dentro del equipo. Poco a poco te vas asociando con los que te rodean, con el central, con el pivote, con el extremo... Tienes que conocer muy bien a los que te rodean para poder hacer bien tu fútbol y que todo salga bien para el equipo.
Ha coincidido su ausencia con un bajón de juego del equipo en los tres últimos partidos.
Han sido partidos muy complicados, en los que ha habido que trabajar mucho para poder puntuar ante equipos muy aguerridos. Ya sabemos que las segundas vueltas son así, los equipos que están abajo son muy peligrosos porque se están jugando la vida y te lo pueden poner mucho más difícil que equipos que están mucho mejor clasificados. Hay que apretar los dientes porque lo que queda por delante no es fácil.
Ya se ha encargado el entrenador de recordarles esta semana que no se puede permitir la relajación.
Está dando bastante caña porque la intensidad del grupo y la tensión tienen que mantenerse. Es lo que nos está dando buenos resultados y no hay que cambiar. Hay que seguir luchando porque aún quedan tres meses largos para acabar la competición y hay que llegar al final de la Liga con el máximo nivel posible.
¿Qué sensaciones le está dejando la temporada a pesar de que los últimos resultados no han sido los mejores posibles?
Son positivas. Uno ve al grupo trabajar día a día y la fiabilidad de los fines de semana y personalmente estoy bastante tranquilo de cara a lo que queda de Liga.
Se han cumplido ya los dos tercios del curso, el equipo está arriba, se mantiene el ritmo de puntos de la primera vuelta... ¿Es hora de dejar de hablar del "play off" y pasar a hablar únicamente del liderato?
Hay que ir pasito a pasito. Hay que pensar en el sábado siguiente y luego en el siguiente. Conforme se vaya acercando el final de Liga, si todavía seguimos en puestos de privilegio como es estar primeros, sí que habrá que pensar que el liderato es una oportunidad muy buena como para desaprovecharla de cara al ascenso.
Parece que todo ha quedado reducido a una guerra a tres bandas: Alavés, Eibar y Mirandés.
Todavía es pronto para descartar a nadie porque aún nos quedan doce partidos. Son muchas jornadas por disputar y hay equipos que se han reforzado bien y seguro que van a dar mucha guerra en este tramo final de la temporada que nos queda por delante.
Vimos un par de encuentros espectaculares ante Osasuna y Real Unión, pero en las últimas jornadas el juego del equipo ha vuelto a decaer. ¿En busca de la regularidad?
Es de lo que se trata. Este año vinimos muchos jugadores nuevos y hay que encontrar la complicidad entre los futbolistas y el equilibrio entre defensa y ataque. Hay semanas en las que parece que nos hemos compactado mejor, que somos un equipo mucho más firme y hay que encontrar esa regularidad en el juego definitivamente.
Ese equilibrio entre ataque y defensa parece complicado en un equipo tan abiertamente ofensivo como es este Alavés. Usted es un ejemplo claro, que como lateral se le exige ir mucho hacia arriba, pero también tiene que correr de vuelta para atrás.
Es una característica de este equipo, que tiene mucha dinamita arriba. Los de atrás al principio sí que sufríamos un poquito más, pero ahora parece que hemos encontrado ese equilibrio que nos faltó al comienzo de la temporada y estamos más seguros atrás. Es cuestión de trabajo, de echarle muchas horas y de llegar bien al final del año.
Son muchos los partidos en los que no se deja la portería a cero.
No es algo que me inquiete mucho porque el equipo está sacando muchos compromisos con solvencia, aunque sí que es cierto que muchos puntos se nos han escapado por esa circunstancia. A nadie le gusta encajar goles, pero mientras sigamos siendo letales arriba no habrá problema.
Estamos atravesando un tramo complicado de temporada, en cuanto a juego y resultados, pero el equipo no deja de mostrarse competitivo. Sin jugar bien, siempre se está en el partido.
Hemos sufrido algunos palos importantes últimamente, como en el partido contra la Real Sociedad B o el del Barakaldo. El equipo siempre da la cara, sobre todo porque casi siempre, y el partido del pasado sábado fue la excepción, nos estamos encontrando superiores físicamente a nuestros rivales. Esa superioridad se suele llevar al marcador y esperemos que siga así.
Esa capacidad física se demuestra en las segundas partes, en las que se han conseguido sumar ya muchos puntos.
En casi todas las segundas partes hemos conseguido ser superiores físicamente a los adversarios, salvo pequeñas excepciones. Es fruto del gran trabajo que llevamos a cabo a lo largo de la semana, que después nos viene muy bien para los partidos.
Así que vienen bien las palizas.
Si fuesen un poco más livianas estoy seguro de que nadie se quejaría, pero los resultados están ahí y es cierto que el trabajo está dando sus frutos.