vitoria. El vizcaíno Jon Moya, una de las piezas fijas para Miguel Ángel Álvarez Tomé en la defensa del Deportivo Alavés bien en el eje de la zaga o como lateral, valoró ayer la situación por la que atraviesa el conjunto vitoriana después de enlazar dos jornadas consecutivas firmando sendos empates y no ocultó que esa circunstancia está actuando de acicate para la plantilla albiazul. "Llegamos con muchas ganas porque venimos de dos empates y estamos un poco con malas sensaciones y queremos que llegue el partido para intentar quitárnoslas", confesó.

En este sentido, reconoció que las sensaciones que ha transmitido el conjunto no han sido especialmente positivas. "Al final manda el resultado. Si bien es cierto que el punto de Barakaldo al final nos valió para aventajar en uno más al Eibar que es segundo, es un poco todo. El resultado, que no acompañó, y sobre todo la segunda parte que no fue nada buena", significó.

En cualquier caso, Moya descartó por completo que la plantilla pueda estar acusando un exceso de tranquilidad. "No, relajación ni mucho menos. Ya se encarga el mister de que no la haya. Lo que ocurre es que al final todo el mundo aprieta. De los de abajo ninguno quiere bajar, los equipos se hacen más competitivos y resulta cada vez más complicado ganar", reseñó.

Respecto a los problemas que está teniendo el equipo para sacar adelante los encuentros como local, el zaguero vizcaíno argumentó que "en Mendizorroza estamos teniendo problemas sobre todo porque los equipos vienen a cerrarse atrás y aprovechar sus oportunidades. Fuera los paridos son más abiertos porque juegan en su casa y yo creo que eso nos beneficia. Pero bueno, son cosas que tenemos que mejorar y, pese a ello, vamos primeros.

Por último, Moya se refirió al hecho de que el Eibar juegue este sábado una hora antes que el Alavés. "La verdad es que poco nos importa lo que hagan los demás. Vamos primeros y tenemos la sartén por el mango. Sabemos que tenemos que ganar y saldremos a por ello independientemente del resultado que lleve el Eibar", zanjó.