Vitoria. El Juzgado Mercantil número 1 de Vitoria sigue evidenciando con cada sentencia que emite que la gestión de Dmitry Piterman al frente del Deportivo Alavés no pudo ser más onerosa para los intereses de la entidad del Paseo de Cervantes ni tampoco más lucrativa para el bolsillo del propio empresario ucraniano. La sentencia del pasado jueves de la jueza encargada del proceso concursal del Glorioso, la tercera dentro de las acciones de reintegración a la masa, sigue el mismo camino que las dos anteriores: la condena al expresidente albiazul. En esta ocasión, a la devolución de 1.007.500 euros (cantidad a la que hay que añadir los intereses y las costas del proceso judicial) que el empresario ucraniano cobró de las arcas del club a través de su empresa Management Deportivo en concepto de asesoramiento deportivo, control de rendimiento de los jugadores y preparación física.
El problema para los intereses albiazules que la posibilidad de ver esa importante cantidad de dinero dentro de sus arcas es mucho más que remota. Ya avisó el día de la vista del caso el abogado de Piterman, Javier Tebas, su intención de presentar recurso al caso ante las evidencias que ya por aquel entonces le hacían vislumbrar una sentencia contraria a sus intereses. Así, del Juzgado de lo Mercantil se pasará a la Audiencia Provincial y, llegado el caso, el proceso llegaría hasta el Tribunal Supremo, donde en fechas bien recientes se ha tratado ya otro litigio en el que el Alavés es protagonista, en este caso por los derechos televisivos de la final de la Copa de la UEFA. Y como las cosas de palacio van despacio, los recursos no harán otra cosa que seguir alargando un proceso que sigue viendo pasar páginas en el calendario sin que el club vitoriano haya percibido ni uno solo de los euros de los que se vio esquilmado.
Este largo camino podría recortarse hasta la mínima expresión de existir en las arcas del club vitoriano el montante económico suficiente como para solicitar a la Justicia la ejecución inmediata de la sentencia. El problema es que para ello se precisa de un aval que cubra ese millón de euros y que sirva como garantía en el caso de que en futuros juicios nuevas sentencias revoquen la condena actual a Piterman. Como sucedió con las dos sentencias anteriores en contra de los intereses del ucraniano, el proceso de los recursos se pondrá en marcha sin que se solicite la ejecución inmediata de la demanda al no contar la entidad del Paseo de Cervantes con la solvencia económica como para comprometer el aval.
largo camino Se abrirá así una nueva etapa dentro del proceso mediante el cual el Alavés intenta recuperar parte del dinero que desapareció de sus arcas durante el periodo en el que Piterman ostentó la presidencia del club. La última sentencia dictada indica bien a las claras que el expresidente incurrió en una autocontratación que no fue aprobada por el consejo de administración ni en junta de accionistas. A través de la contratación de una empresa, Management Deportivo, de la que él mismo era responsable, giró al club hasta cinco facturas (758.000 euros) entre el 28 de junio y el 20 de diciembre de 2006 por las supuestas labores que el propio Piterman realizaba dentro del club, tareas para las que la jueza considera que ya había profesionales contratados dentro del club que ejercían dichas funciones.
Del mismo modo, otras dos facturas por importe de 253.000 euros fueron cargadas a las arcas del club y cobradas por Management Deportivo en 2007 sin que la magistrada entienda que existiese una contraprestación de servicios. Todo ello aliñado, además, con movimientos de importantes cantidades de dinero entre una cuenta del club y otra que no figuraba en los registros contables de la entidad. Nuevas evidencias de que la gestión de Piterman resultó mortal para los intereses de un club que ahora debe aguardar a la Justicia para recobrar parte de su patrimonio.