Ibon Gutiérrez fue el único de los jugadores que el sábado acabaron con molestias el choque ante la Gimnástica que ayer se quedó en el gimnasio y no se pudo ejercitar con normalidad. El vizcaíno sufre un leve esguince en el tobillo, pero confía en ser de la partida el próximo sábado ante el Barakaldo. "Es un esguince mal curado, pero espero para mitad de semana poder entrenar y estar listo".