Vitoria. Por si a alguien le habían comenzado a surgir las primeras dudas después del desastroso partido perpetrado por el Deportivo Alavés en Anoeta, el cuadro albiazul se encargó de demostrar ante el Real Unión que hasta el mejor escribano echa algún borrón. Lo hizo, además, con una demostración de poderío tremenda, una más a sumar a las varias que ha protagonizado ya este curso, y dejando claro que futbolística y psicológicamente se encuentra muy por encima de muchos de sus rivales directos, entre ellos un cuadro fronterizo que se vio obligado a remar a contracorriente desde demasiado pronto ante un Glorioso que no deja de golpear ni cuando su oponente está tendido en la lona. Otra exhibición para sumar de nuevo de tres en tres y volver a poner en jaque a todos sus perseguidores.
El partido comenzó para el Alavés como nunca antes lo había hecho esta temporada. Abrir la lata es lo que más le costaba a un equipo en el que el buen fútbol no siempre había tenido una recompensa temprana, pero la tranquilidad apareció ayer de manera prematura a través de un Óscar Martínez que volvió a demostrar que está tocado por una varita mágica. Cuatro minutos necesitó el gallego para encontrar despistada por primera vez a la zaga fronteriza y poner de pie Mendizorroza con una perfecta vaselina ante la salida de Otermin.
Ese tempranero gol le permitió al cuadro albiazul jugar como más le gusta, presionando mucho la salida de balón del rival y enlazando rapidísimas y peligrosas llegadas a los dominios del meta irundarra. El problema para los intereses albiazules es que esa agresividad defensiva fue castigada con varias faltas en posiciones peligrosas que supusieron acercamientos peligrosos para un Real Unión que no se resignaba y que incidía una y otra vez por el particular agujero de la banda izquierda defensiva alavesista, otra vez muy sufrida ante las acometidas de un rival empeñado en dinamitar esa demarcación.
Supo tirar de oficio el cuadro vitoriano para salvaguardar sus intereses y proteger la portería de Montero en busca de matar el partido con una de sus mortales contras. Con uñas y dientes se defendió el equipo, con la colaboración de todos sus elementos, para evitar la igualada del Real Unión.
mar de tranquilidad Con una seguridad defensiva prácticamente insólita a lo largo de la presente temporada, el cuadro albiazul sacó todavía más provecho a sus ya habituales virtudes, entre ellas su fenomenal pegada y su efectividad en las jugadas a balón parado. De un saque de esquina en el que Otermin no acertó a despejar nació el segundo gol de Óscar Martínez, genial otra vez en el remate para sentenciar el partido antes del paso por los vestuarios. Cinco dianas lleva ya el orensano, fundamental a lo largo de las últimas jornadas.
Y por si la fiesta no era ya completa, Casares se encargó en transformar la tranquilidad en calma absoluta nada más arrancar la segunda parte. El trabajo y la efectividad de este equipo en los saques de banda es digno de estudio y ayer llegó una nueva demostración. De las manos de Malón a la cabeza de Esparza para que el suave toque del navarro dejase un remate perfecto para la llegada de un Casares que volvió a desempolvar ese cañón que tiene por pierna derecha.
El entramado defensivo del Real Unión, ya de por sí poco efectivo, comenzó entonces a hacer aguas por todos sus costados y las llegadas del Alavés se sucedieron con tanta velocidad como los minutos. Una y otra vez se plantaba el cuadro vitoriano con peligro en los dominios de Otermin, aunque el cuarto de la tarde llegó ya en la recta final del partido al aprovechar Esparza un nuevo fallo coral de los irundarras para cabecear un gran saque de falta de Indiano. Solo el gol de falta de Quero empañó ligeramente la exhibición ante el tercer clasificado, que supone un nuevo aviso a todos los rivales. Fuera las dudas. El Glorioso, potente otra vez.
Goles: 1-0, minuto 4: Óscar Martínez. El delantero gallego le gana la espalda a Iglesias en un balón en profundidad y salva la salida de Otermin con una vaselina. 2-0, minuto 40: Óscar Martínez. Otermin choca con un defensa al intentar despejar un saque de esquina y Óscar Martínez se aprovecha en el segundo palo para sacar un gran remate cruzado. 3-0, minuto 47: Casares. Saque de banda de Malón que peina hacia atrás Esparza para la llegada de Casares, que empalma un remate raso y cruzado. 4-0, minuto 82: Esparza. Saque de falta de Indiano en el que Esparza gana la partida a la defensa para rematar de cabeza. 4-1, minuto 88: Quero. Lanzamiento de falta directa de que bate a Montero.
Tarjetas: Berjano Ariztegui (colegio navarro). Amonestó a Salcedo (minuto 29), Moya (m. 31), Yuri (m. 42), Carlinos (m. 67) y Castellano (m. 81).