Vitoria. Tras un duro tropiezo en el que puede considerarse como el peor partido de la temporada, busca el Deportivo Alavés lamerse las heridas en un nuevo duelo contra uno de sus oponentes más cualificados. La dureza en el calendario sigue sin dar descanso a un equipo que no puede permitirse encadenar dos tropiezos consecutivos para no echar así paladas de tierra sobre una temporada sobresaliente hasta la fecha. Lo ambicioso del objetivo de alcanzar el primer puesto obliga a fallar muy poco y el reencuentro con la victoria ante un oponente del calibre del Real Unión supondría un espaldarazo físico, en forma de tres puntos, y también moral al poner mucha más tierra de por medio con respecto a un rival directo como el cuadro fronterizo, que, además, atraviesa por su mejor momento de la temporada.

Llegan los pupilos de Miguel Ángel Álvarez Tomé a este partido después de haber protagonizado un vertiginoso descenso del cielo al infierno futbolístico en apenas siete días. Cualquiera que viera jugar a este Glorioso primero contra Osasuna B y una semana después contra la Real Sociedad B tendría serias dudas acerca de si había visto jugar al mismo equipo. Ni el día y la noche se diferencian tanto como esas dos versiones albiazules, la mejor y la peor de la temporada respectivamente. Como es evidente, llega el momento de abandonar de nuevo las tinieblas.

Tiene el cuadro albiazul la obligación de regresar al camino marcado en el duelo contra el filial osasunista. Entonces, el conjunto vitoriano practicó su mejor fútbol de la temporada a base de hacerse con el control del balón y moverlo con claridad en busca de ocasiones de gol que acabaron llegando como un torrente. Efectividad y efectismo se dieron la mano en una combinación que desapareció por completo en la visita a Anoeta.

En esos dos partidos los mimbres utilizados por Álvarez Tomé para la composición de su once titular fueron muy similares y escasas serán las variaciones que se produzcan esta tarde. La única significativa vendrá provocada por la ausencia de un Geni que se quedará en la grada sancionado y el puesto del capitán en la punta de ataque será ocupado por un Óscar Martínez que se ha convertido en pieza fundamental para el técnico leonés en los últimos partidos. Por su parte, Calderón ocupará el lugar del gallego en la banda izquierda dentro del 4-2-3-1 que pondrá en liza el preparador albiazul.

alaña, recuperado La duda en las últimas horas estaba centrada en la figura de un Ander Alaña que sufrió un esguince de tobillo en el entrenamiento del pasado miércoles, pero el vizcaíno se ejercitó ayer con aparente normalidad y todo hace indicar que, de no mediar recaída, será de la partida esta tarde para completar el entramado defensivo junto a Malón, Morcillo y Moya. El doble pivote será de nuevo propiedad de Ibon Gutiérrez y Salcedo, por la banda derecha actuará Casares, quedando la izquierda para Calderón, la mediapunta para Esparza y como referencia ofensiva un Óscar Martínez que ha subido muchos enteros en las últimas jornadas.

Será el once inicial que presente Álvarez Tomé para intentar superar a un oponente al que puede dejar descalificado definitivamente de la pelea por el primer puesto. El cuadro irundarra, actual tercer clasificado, se encuentra a siete puntos de los albiazules dentro de una campaña marcada por su tremenda irregularidad. El cambio en el banquillo, donde Miguel Sola ha suplido a Álvaro Cervera, parece que ha conllevado una cierta estabilidad a un equipo al que le ha costado mucho más de lo esperado reengancharse a la Segunda División B después su experiencia en la categoría de plata, de nuevo su gran objetivo este año.