Vitoria. Mendizorroza acogió ayer un regreso al pasado con estrellas albiazules de antaño volviendo a vestir de corto para convertirse en los protagonistas de un noventa aniversario que sirvió para rescatar la nostalgia y brindar por muchos años más. Hacía muchos años que varios futbolistas que han marcado la historia de este club no pisaban el césped del estadio del Paseo de Cervantes y el reencuentro resultó emotivo dentro del amistoso contra Osasuna que estaba marcado como la gran cita de esta celebración. Risas, toques de calidad, fallos garrafales y síntomas de que para muchos será un día duro porque los años no pasan en balde. Todo esto culminado por el deseo de repetir esta reunión de exalbiazules dentro de diez años con motivo de un centenario que todos prevén glorioso una vez se superen los problemas que se viven en la actualidad.

Los Txutxin, Urbina, Marín, Azkoitia, Ibon Begoña, Chechu, Edu García, Pablo Gómez, David Otero, Diego, Pedro Riesco, Tito, Alberto Roth, Estíbariz, Fran, Tazo, Pinedo, Ricardo Moreno, Roberto Blanco y Serrano se encargaron de defender el orgullo alavesista y de hacer correr las lágrimas por las mejillas de los aficionados más veteranos, que ayer aleccionaron a los más jóvenes con sus batallitas de un pasado esplendoroso.

El presente (los jugadores del primer equipo) y el futuro (los niños del fútbol base) fueron los encargados de recibir con honores a los veteranos albiazules con un pasillo de homenaje sobre el césped de Mendizorroza. Pasado, presente y futuro, porque el Alavés tiene futuro, se unieron en torno a la bandera conmemorativa de los primeros noventa años de historia del club con Luara interpretando los sones del himno de Alfredo Donnay. Llegó después el turno para la entrega de placas, mientras que durante el partido varios ilustres exalbiazules como Téllez, Javi Moreno, Valdano, Zubizarreta, Mané y Antonio Karmona, flor y nata en la historia del Glorioso mandaron mensajes a través de la megafonía del estadio.

Los largos prolegómenos dieron paso a un amistoso que los albiazules se tomaron como una oportunidad para disfrutar ante un Osasuna mucho más serio y acostumbrado a este tipo de partidos. La complicidad del juez de línea casi permite a Diego emular a Maradona y su Mano de Dios, mientras que Azkoitia mostraba una contundencia en el eje de la zaga que en sus tiempos de jugador le hubiese supuesto la expulsión. Otros, mientras tanto, se dedicaban a hacer lo que han hecho toda la vida, exhibir su clase. Así lo hizo un Pablo Gómez reconciliado ya con una grada que en sus días de futbolista le criticó lo indecible y que ayer se volvió a quedar embobada con la magistral zurda de un vitoriano que, pese al paso de los años, conserva su toque sutil.

triunfo de osasuna La mala noticia tuvo a Riesco como protagonista, obligado a dejar el terreno de juego de forma prematura por culpa de una pequeña lesión. Su salida dio paso a la ovación de la tarde, con Manolo Serrano como protagonista de las loas de una grada a la que recordó los viejos tiempos.

Tras la presentación de la tarta de cumpleaños y del videoclip de Luara conmemorativo del aniversario en el descanso, en el inicio de la segunda parte los futbolistas sacaron su vena más competitiva para buscar una victoria que redondeara la tarde. Abrió el marcador Fran para el conjunto vitoriano, pero Jurio, Eneriz y Santos se encargaron de demostrar con sus goles la superioridad osasunista dentro de la fiesta albiazul. Un millar de alavesistas desafió al frío y acabó con las existencias de chocolate en una tarde gélida en Mendizorroza para celebrar este noventa aniversario y brindar para que el de ayer no sea el último cumpleaños que se celebra.