Vitoria. Reza el proverbio latino que no basta que la mujer del César sea honesta, sino que también debe parecerlo y el Deportivo Alavés realizó ayer una exhibición de todos los poderes que le han conducido al liderato del Grupo II de Segunda División B. El Glorioso demostró que no es líder solamente por una cuestión formal o puntual. Su despliegue de poderío futbolístico ante un Osasuna B rebasado por la magnitud del torrente de juego que se le vino encima sirve para dar todavía más empaque a un primer puesto cada vez más consolidado a base de victorias cada vez más prestigiosas. Lució en la pechera el general albiazul todos sus galones. Intimidó a su oponente como no se recordaba esta temporada. Se lució. Gustó e hizo disfrutar. Y para culminar la tarde, ganó y goleó. Con sufrimiento, constante habitual en este equipo, pero con una demostración de potencial que le sitúa varias galaxias por delante de sus competidores directos a poco que sea capaz de mantener esa línea de juego exhibida ayer en un estadio de Mendizorroza que ya se iba mereciendo una alegría de las grandes.
Ató el balón a sus pies el conjunto vitoriano para apenas soltarlo en toda una primera parte en la que Osasuna B se vio impotente para frenar las constantes acometidas de un caudal futbolístico albiazul que amenazaba con desbordarse. Se hizo con la batuta del juego y del equipo un Ibon Gutiérrez que echó mano del tiralíneas para trazar el fútbol ofensivo de un equipo que sacó a relucir todos sus recursos y al que solo la falta de acierto en los metros decisivos privó de una resolución temprana del partido.
Llegadas por la izquierda, por la derecha, mediante los extremos, con la incorporación de los laterales, paredes en la mediapunta, incorporaciones desde la segunda línea, saques de banda, lanzamientos desde la esquina... Apenas le quedaba tiempo para boquear pidiendo cuartel a un Osasuna que no fue capaz de secar el manantial futbolístico que surgía de las botas de un Ibon que no tardó en formar una sociedad de exquisita calidad con Esparza y Salcedo.
final frenético El paso de los minutos sin la aparición de los goles que hiciesen justicia comenzó a generar una incertidumbre que se veía acrecentada por los problemas ya demostrados con anterioridad por este equipo para imponerse en sus compromisos como local. Llevaba la parroquia albiazul más de dos meses sin ver ganar a su equipo en Mendizorroza y cada ocasión desperdiciada suponía una cuchillada en sus ánimos.
Lo había intentado de todas las maneras el Alavés, pero faltaba poner en práctica una modalidad que no había ofrecido frutos esta temporada. Una falta directa magistralmente ejecutada fue la llave que abrió la puerta de la victoria. Corría el minuto 70 y el zurdazo del vitoriano comenzaba a hacer justicia a una exhibición de tal calibre.
Quiso sumarse al espectáculo un Óscar Martínez que vive su semana mágica y que tras reencontrarse con el gol en Mieres quiso regalar también una diana a una afición que apenas ha disfrutado de su innegable calidad futbolística. Culminó el gallego otra gran jugada de estrategia en el minuto 83, pero cuando todo parecía ya decidido el cuadro albiazul volvió a protagonizar su particular festividad de Reyes habitual regalando a Osasuna un gol en una falta lejana de Torres que no vio llegar Montero.
Parecía llegar de nuevo el sufrimiento, compañero habitual en el Paseo de Cervantes, pero el cuadro rojillo, muy condescendiente durante toda la tarde, quiso devolver al Glorioso el presente anteriormente ofrecido y, de nuevo, Óscar Martínez aprovechó un error defensivo para marcar uno de los goles más extraños de la historia del fútbol, propio de resúmenes navideños por su estrambótica ejecución. Sacaba pecho el Alavés y lucía todavía más relucientes los galones que le han llevado a ser primero. Un liderato sólido, además, cimentado ayer en un juego espectacular.
Goles: 1-0, minuto 70: Salcedo. Falta en la medialuna del área ligeramente escorada hacia la derecha que saca Salcedo con un disparo potente a media altura y a la derecha del portero que sorprende a Zabal. 2-0, minuto 83: Óscar Martínez. Falta lateral que saca Indiano para que Geni la peine y cuando el balón ya casi entraba aparezca Óscar Martínez para rematar a placer. 2-1, minuto 86: Torres. Falta directa muy lejana en la que el disparo de Torres sorprende a Montero. 3-1, minuto 89: Óscar Martínez. Mal despeje de la defensa navarra y Óscar Martínez se adelanta a Zabal para marcar cayéndose trompicado con la cabeza.
Tarjetas: Areces Franco (colegio asturiano). Amonestó a Zabal (minuto 41), Alaña (minuto 51), Ekhi (minuto 82) e Ibon Gutiérrez (minuto 88).