sI hay una situación que a los entrenadores les gusta que salga bien durante los partidos, ésa es el juego a balón parado. Se refleja en el acierto en la estrategia el trabajo realizado a lo largo de la semana. En el caso de Miguel Ángel Álvarez Tomé, los entrenamientos del día previo al partido este tipo de ejercicios siempre tienen una gran relevancia. No puede estar más contento el preparador alavesista en este sentido. Ayer el gol de la victoria, obra de Jito, llegó en la magistral ejecución de una falta por parte de Salcedo no menos genialmente rematada por el delantero catalán, que demostró su efectividad en el remate decisivo. Goles de todos los colores los que marca este equipo. También aprovechando su eficacia a balón parado, que ha propiciado siete dianas esta campaña.

No es la primera vez que el Alavés saca provecho a las acciones a balón parado para marcar. El estreno llegó en la tercera jornada liguera, en la visita al Real Unión. En el Stadium Gal, los goles de Jito y Jules Pardo llegaron a balón parado. El primero tras un saque de esquina al segundo palo que devolvió Óscar Rico para que rematase de cabeza el delantero catalán. El del centrocampista francés, peinando hacia atrás un saque de falta de Salcedo, el gran ejecutor de este tipo de jugadas, desde el centro del campo.

En la siguiente jornada, el primer gol albiazul, obra de Casares, llegó después de un saque de banda. Precisamente, esta acción del juego que habitualmente resulta intrascendente cobra especial relevancia cuando juega el Alavés. La presencia de dos sacadores potentes como Iván Malón y Morcillo permite generar mucho peligro con los saques cercanos al área. Así se demostró también en la visita a la Gimnástica, cuando un balón largo del lateral zurdo lo cazó en el área Jito para marcar.

Precisamente a través de una acción similar abrió el marcador el Alavés en su visita a la Peña Sport. Un saque lateral largo de Morcillo fue aprovechado por Geni para abrir el marcador. Posteriormente, el propio Morcillo sentenciaría el partido al cabecear un saque de falta de Salcedo.

Es el vitoriano el gran protagonista a la hora de ejecutar las faltas en las que se busca el remate dentro del área. Con la de ayer, Salcedo ya suma tres asistencias esta temporada con precisos centros, por arriba y por abajo, buscando las llegadas de sus compañeros.

No menos eficaz en estas acciones se muestra un Jito que debe tres de sus cinco tantos a las jugadas a balón parado. Álvarez Tomé trabaja la estrategia y consigue que su equipo aplique la pizarra sobre el césped.