La gran joya de la corona del Deportivo Alavés vuelve a brillar con más fuerza que nunca. Uno de los principales objetivos de la familia Ruiz de Gauna desde que accedió a la presidencia del club era volver a poner en marcha el museo que la entidad tiene en los bajos del estadio en el Paseo de Cervantes. Han sido casi seis meses de largo y duro trabajo, encabezado por la consejera delegada Vanesa Ruiz de Gauna, para poner al día unas instalaciones que se estaban pudriendo entre el polvo y la oscuridad. El mes pasado, con motivo del partido contra el Athletic de Bilbao en pretemporada, el museo fue reinaugurado con una pequeña fiesta a la que acudieron las instituciones locales. Ayer, definitivamente, quedó abierto para el público en general, que tendrá la posibilidad de visitarlo cuando el Alavés juegue en Mendizorroza, ya que el museo estará abierto desde hora y media antes de que comiencen los partidos.
Los socios del club contarán con la ventaja de poder acceder a las instalaciones a cambio de una entrada de precio reducido. Tres euros les costará a los abonados adultos traspasar las puertas del museo que recoge la historia del Glorioso, mientras que para los niños (hasta los trece años inclusive) el coste de la entrada será de un euro. Las personas que no sean abonadas del Alavés y quieran acceder a las salas donde se recoge su casi nonagenaria historia tendrán que abonar seis euros (dos euros los niños).
La idea del club es que el museo se convierta en una referencia. La exposición se ha visto ampliada y mejorada, aunque el emblema fundamental sigue siendo la final de la Copa de la UEFA. En el recinto se pretenden celebrar exposiciones y abrirlo para que colegios y asociaciones acudan a ver sus tesoros.