Vitoria. Encara el Deportivo Alavés la cuarta jornada liguera con ganas de demostrar todo su potencial. Cierto es que aún quedan muchos meses para que llegue la fase definitiva de la temporada, pero esta tarde afronta el cuadro albiazul uno de esos duelos que desprenden aroma de play off. Mayo está lejos, más aún cuando septiembre acaba de cruzar su ecuador, pero El Glorioso tiene ante sí la oportunidad de comenzar a marcar el territorio de cara al futuro en su visita a un Real Unión que es uno de los principales aspirantes al ascenso. Lo era antes de que se alzase el telón liguero y lo sigue siendo a pesar de que su arranque haya sembrado dudas. Por ello, los pupilos de Miguel Ángel Álvarez Tomé, que cumplirá en el Stadium Gal su segundo partido de sanción tras su expulsión en el Reyno de Navarra, tienen ante sí la oportunidad de reafirmar su poderío y, de paso, poner tierra de por medio con un rival directo que acabará despertando del letargo que ahora le acompaña.

Tras el amargo regusto que dejó el pasado domingo el choque contra la Real Sociedad B, el cuadro albiazul pretende continuar en Irun con su condición de invicto. El terreno de juego del Real Unión se presenta como uno de los más complicados de la categoría y puntuar, no digamos ya ganar, sería un espaldarazo muy importante para este recién estrenado proyecto.

Los siete puntos que acumula el Alavés en su casillero sirven para maquillar su preñez de errores. Importantes son los fallos que comete aún el equipo de Álvarez Tomé, como no puede ser menos a estas alturas, pero en sus primeras comparecencias ha conseguido que dichos despistes no resulten mortales y sólo en el último compromiso ha habido multa en forma de puntos a sus infracciones defensivas, la zona que más debilidades ha mostrado hasta la fecha.

importantes ausencias Pretende el entrenador leonés construir un bloque sólido a través de la defensa para aprovechar el torrente de recursos que maneja para la vanguardia y en el Real Unión se encontrará una piedra de toque ideal para medir la evolución de un equipo que afronta una semana que, pese a lo madrugadora, puede comenzar a definir el devenir de la temporada para cada club.

El conjunto fronterizo, el Logroñés y la Gimnástica de Torrelavega supondrán un triple examen que el conjunto albiazul deberá afrontar casi sin tiempo para la preparación. Tres pruebas de entidad para comprobar si las costuras de este equipo están cosidas con cierta firmeza o si aún toda la estructura se encuentra simplemente hilvanada a falta de las puntadas definitivas.

Alcanza el cuadro vitoriano este compromiso con dos ausencias de entidad como las de Geni y un Igor Cuesta que no ha podido estrenarse aún este temporada. La ausencia del delantero asturiano dejará a Jito como única referencia ofensiva y Tomé parece decidido a fortalecer el centro del campo con un sistema 4-1-4-1 que le permita contar con centrocampistas con llegada al área y dos extremos que percutan por las bandas. Eso sí, hasta el último momento no decidirá el preparador leonés la identidad de los once encargados de hacer saltar la banca en un terreno de juego en el que puntuar será un reto.

Por su parte, el Real Unión no alcanza este duelo en un buen momento porque su estreno de temporada no ha sido positivo. Victoria, empate y derrota figuran en los registros del equipo de Álvaro Cervera, que busca reinvindicarse.