jAvi Casares había sido el gran ausente en las dos primeras comparecencias ligueras tran un debut en Copa un tanto gris, pero el extremo derecho gaditano se desquitó en Mendizorroza con un partido para quitarse el sombrero. Velocidad, habilidad en el regate y una enorme capacidad para disparar a puerta desde cualquier posición. Su repertorio ofensivo es ilimitado -incluso peleó como un titán en los balones aéreos a pesar de que no destaca por su estatura- y tampoco se esconde a la hora de defender, cuando, incluso, tuvo un par de fuertes encontronazos con los jugadores donostiarras. Antes de que arrancase la temporada estaba llamado a ser uno de los principales baluartes de este equipo y ayer demostró por qué.
Casares debutó en la competición liguera cuando apenas se habían cumplido los diez primeros minutos de juego. La grave lesión de Geni dio paso al gaditano, quien además de en la banda izquierda también es capaz de desenvolverse como segundo punta. Su incursión en el terreno de juego dio mordiente al ataque albiazul y en el minuto 23 estrelló un disparo en el poste de un Toño Ramírez que ni siquiera vio pasar el esférico.
Sorprendido se quedó el portero donostiarra y el asombro se extendió a toda la grada. Casi nadie podía imaginarse que de un cuerpo tan enjuto se pudiese sacar un disparo de semejante potencia, pero se trata de una exhibición de golpeo que el gaditano repite en cada sesión de entrenamiento en Ibaia.
El disparo al palo no fue un obstáculo para que Casares siguiera intentándolo en cada jugada, generando muchos problemas a la zaga donostiarra y convirtiéndose en el elemento más peligroso del rasnal ofensivo albiazul.
Un gran pase de Ibon Gutiérrez en el arranque de la segunda parte lo remató con un disparo raso que detuvo Toño Ramírez, pero el guardameta txuri urdin nada pudo hacer ante la siguiente exhibición de potencia del gaditano. De nuevo desde la frontal, Casares soltó un poderoso derechazo a la escuadra. Potencia y puntería para un gol antológico, fotocopia de muchos de los que ha conseguido en los entrenamientos hasta ahora.
Tuvo el extremo diestro albiazul una nueva y última oportunidad, la que podía haber supuesto el gol de la victoria definitivo, pero su disparo, en esta ocasión con la izquierda, que también maneja con soltura, lo pudo atrapar Ramírez.
Un estreno sin victoria, pero brillante desde el punto de vista individual. Mendizorroza descubrió ayer a un futbolista llamado a convertirse en un ídolo albiazul.