Acaba de arrancar para usted una nueva experiencia dentro de su carrera como entrenador ¿Cómo se encuentra en esta nueva etapa?

Estoy bien. No es algo nuevo para mí porque ya llevo varios años en diversos sitios y también conozco muy bien cómo funciona la Real Sociedad. Todo lo que he vivido hasta ahora ha sido bonito y las experiencias muy diferentes, ya sea como segundo de Bakero en la Real, como seleccionador de Bosnia o ahora con la cantera de la Real. Todo es enriquecedor y en esta nueva etapa con el Sanse arranco con muchas ganas.

Después de un estreno en los banquillos peculiar, sobre todo por su experiencia con la selección de su país, ahora parece haber optado por un crecimiento paso a paso desde la base del fútbol.

Sí, ahora es mucho más normal y mucho más sano para mí. Lo de Bosnia fue aceptar y ver qué pasaba. Era un momento importante para la selección, que estaba con muchos problemas, me hicieron una propuesta, planificamos todo juntos y acepté. Lo hice sin pensar demasiado, metiéndome en la aventura de corazón, pero la cosa no salió bien. Ahora es todo más normal. Con los juveniles y el segundo equipo, es el camino más natural para alguien que quiere hacer algo en este mundo.

También es un camino mucho más tranquilo que el anterior.

No tiene nada que ver. Lo de Bosnia terminó como una media locura -tanto Kodro como varios jugadores se negaron a jugar un partido en Irán- porque había muchos desacuerdos. Habíamos pactado hacer las cosas de una manera, pero después pensaban de otra forma y terminamos un poco mal. Aquí es todo lo contrario porque se puede planificar, se puede trabajar, se puede analizar y empezar de cero. Es mucho más natural y sano.

Además, para una persona como usted pocas cosas mejores habrá que estar en Donostia y en la Real Sociedad, el club de su vida.

Aquí me formé como jugador y como persona. Cuando me propusieron entrar en el club no me lo pensé en ningún momento porque yo le debo mucho a la Real Sociedad. Me han dado la oportunidad de entrar en un mundillo que me gusta y de seguir en Donostia, que es una ciudad que me encanta, trabajando con una gente que siempre me ha tratado muy bien. Tengo muchas ganas de participar en este proyecto de la Real Sociedad y de echar una mano a los jóvenes que tiene el club.

En este sentido, cambiar el juvenil por el filial no habrá supuesto una ruptura importante porque sigue tratando con jóvenes jugadores y el vestuario no es el mismo que el de un club profesional.

Hay cambio, pero no es drástico. Hay caras nuevas, una estructura nueva y un escalón más arriba porque la competición es más compleja. El objetivo es que tanto los chicos como yo sigamos mejorando y creciendo todos juntos y, aunque la exigencia ha subido, creo que podemos conseguirlo.

Se ha encontrado, además, una generación excepcional en Zubieta.

Sin ninguna duda. Es una generación de mucho talento y para que estos jugadores sigan creciendo todavía más necesitan algo más de presión de la que tenían en Tercera y eso es algo que nos puede ofrecer la Segunda B. Aquí podemos exprimir todavía más ese talento y esa capacidad futbolística que tiene este equipo. Es un año bonito en una Liga muy competitiva.

La juventud conlleva inexperiencia, que es un factor que puede pesar dentro de una competición tan compleja como la Segunda B.

Está claro que nos falta experiencia, pero eso es algo que te dan los años y los partidos. La mayoría de estos chicos tiene entre diecinueve y veintiún años, es una plantilla joven y está claro que le falta experiencia, pero eso es algo que tenemos que ir buscando. Lo que no podemos hacer es tener miedo a enfrentarnos a equipos que están más hechos que el nuestro.

Tiene a sus órdenes a un par de vitorianos como Arkaitz Pérez y Alberto Morgado. ¿Cómo los ve?

Son dos jugadores de mucha proyección y el club cuenta con ellos de cara al futuro. Son dos muy buenos laterales y son muy importantes para nosotros, aunque Morgado no ha podido jugar los primeros partidos por culpa de una lesión. Están ahí y este año es muy bonito para ellos porque tienen la oportunidad de hacer bien las cosas, mejorar y dar el salto.

Le toca visitar Vitoria en esta jornada. Han pasado ya diez años desde que vistiera la camiseta del Deportivo Alavés.

Sí, ya han pasado diez años y también muchas cosas porque en el club se han producido muchos cambios y ya apenas conozco a nadie. Ahora parece que el club está más asentado, que han madurado las cosas y que han hecho un gran equipo este año. El Alavés es claro favorito a estar arriba.

Con su experiencia en este mundillo, ¿se explica cómo ha pasado este equipo en apenas diez años de estar rozando la Liga de Campeones en esta temporada que estuvo usted en Vitoria a jugar en Segunda B?

Es difícil dar una explicación porque no lo he vivido desde dentro. En aquel momento había una generación muy buena y las cosas estaban muy bien hechas. De repente, te duermes un poco y dejas de hacer las cosas que te han llevado al éxito. Además, ha pasado gente por el club que ha dado ese empujoncito para que el equipo no haya sido lo que era hasta ese momento. Entras en una dinámica negativa que no consigues parar y la situación cada vez es más difícil salir de ella porque entras en una dinámica de no parar. Ahora han localizado el problema, le han dado la vuelta y, desde mi punto de vista, parece que el club está yendo hacia arriba.

Acostumbrado a visitar Vitoria y el Buesa Arena para presenciar partidos de baloncesto, vivirá un momento especial cuando vuelva a pisar el césped de Mendizorroza.

Seguro que sí. Es un campo del que guardo un recuerdo muy bonito y voy con muchas ganas. Me encanta visitar Vitoria, que es una ciudad muy bonita y tengo muchos conocidos. No me siento tan bien como en Donostia, pero siempre es muy bonito estar en esta ciudad.

Para su equipo, jugar en Mendizorroza tiene que ser una motivación muy especial.

Nosotros vamos a intentar hacer nuestro juego, apostando por el ataque y por tener el balón. No podemos hacer otra cosa porque es nuestro estilo. Después tendremos que tratar de contrarrestar los puntos fuertes del Alavés, que son muchos. Confío en que podamos sacar un buen resultado, siempre y cuando el Alavés no tenga su mejor día.

¿Qué le parece este Alavés?

Es un muy buen equipo. Está muy fuerte en el centro del campo y arriba. En defensa les he visto un poco menos porque su fútbol es muy ofensivo. Es un grupo muy compensado, con las cosas claras y le gusta el fútbol abierto, apostando por el balón y el toque. Si ellos juegan así y nosotros con nuestro estilo, vamos a ver un partido bonito.

Por nombre, el Alavés debería estar arriba, pero el año pasado demostró que una camiseta y un escudo no ganan partidos.

El nombre no sirve para nada. Te abre las puertas para ciertas cosas, pero cuando estás dentro tienes que trabajarlo. Este año el Alavés es algo más que el nombre. Les he visto en Zubieta en pretemporada y otro par de vídeos y me parece que el equipo está muy bien, que ha fichado bien este año y no digo por decir que es favorito. Tiene muy buena plantilla y va a estar arriba.