Vitoria. Segunda jornada liguera, segundo examen para un Deportivo Alavés que ha arrancado la temporada con la necesidad casi imperiosa de demostrar algo en cada partido. Cierto es que el curso acaba de comenzar y que aún queda todo un calendario por delante, pero las malas experiencias pasadas se perviven en la memoria y este nuevo proyecto necesita resultados inmediatos para demostrar que puede alcanzar el complicado objetivo del ascenso. En esa pelea por ser uno de los cuatro primeros, lo mejor es no dejar los deberes para el final y una segunda victoria en otros tantos partidos supondría un espaldarazo para las aspiraciones de un equipo en construcción y un aviso a navegantes que sirva para anunciar que, esta vez sí, El Glorioso va en serio a por su objetivo.

Tras un choque inaugural en el que el blanco y el negro en el juego se sucedieron para dejar un tono grisáceo aunque esperanzador para este nuevo proyecto, el Alavés afronta ahora su primer compromiso a domicilio. Los tres primeros puntos contra el Caudal sirvieron para templar unos ánimos que andaban algo encrespados y ahora al equipo de Miguel Ángel Álvarez Tomé le llega una buena oportunidad de refrendar ese buen estreno con un nuevo triunfo que le permita situarse entre la aristocracia del Grupo II a las primeras de cambio.

Conocida ya la exigencia y la igualdad de una categoría en la que cada punto conquistado vale su peso en oro, el cuadro albiazul pretende sacar provecho de un arranque liguero un tanto bondadoso. Caudal, Osasuna B y Real Sociedad B no son equipos llamados a ocupar puestos de privilegio y de eso se quiere aprovechar el conjunto vitoriano para acumular una buena suma de puntos que le permita encarar con tranquilidad y confianza el doble examen consecutivo que tendrá a finales del presente mes de septiembre contra dos de sus principales rivales en la pelea por entrar en el play off, Real Unión y Logroñés.

En la visita al Reyno de Navarra -segundo año consecutivo en el que Osasuna se comporta de manera extraordinaria con el Alavés y cambia las instalaciones de Tajonar por el viejo Sadar-, el equipo de Álvarez Tomé afronta esa doble misión de conseguir el triunfo y, a la vez, dar un nuevo paso adelante en su evolución futbolística.

Tras las pruebas de la pretemporada y los primeros compromisos oficiales, la idea del técnico leonés parece clara y la obligación del equipo es plasmar sobre el terreno de juego esa exigencia de no bajar el nivel de intensidad en ningún momento y salir a apretar al rival desde el minuto uno.

once casi definido Lo que parece claro es que el preparador albiazul está decidido a utilizar de nuevo el mismo sistema de juego que el equipo desarrolló en ese compromiso inicial, con un centro del campo muy fortalecido en detrimento de una banda derecha que volverá a quedar en las piernas de un Iván Malón que tendrá que multiplicarse para cumplir con las tareas defensivas y sumarse al ataque sin dejar la espalda descubierta.

Con la confirmación, tras las últimas pruebas físicas realizadas en la mañana de ayer, de que Alaña está recuperado del susto que protagonizó en el entrenamiento del miércoles, todo hace indicar que Tomé repetirá la misma defensa (Malón, Alaña, Moya y Morcillo) y delantera (Geni y Jito) de la pasada jornada, quedando las dudas para un centro del campo en el que las opciones son variadas por la cantidad de jugadores que hay para esa demarcación.

Lo único que parece claro es la presencia de Óscar Rico en la izquierda, pero, a partir de ahí, todo queda para la libre especulación. Tomé bien podría optar por un pivote de corte más defensivo, como Josete, para fortalecer el centro del campo dejando más movilidad a dos jugadores por delante, pero tampoco cabe descartar que sea Ibon Gutiérrez quien vuelva a retrasarse a dicha posición para tener una buena salida del balón y ejercer de enganche los Salcedo, Indiano y Esparza, que luchan por un puesto en el once.

Se encontrará delante el Alavés a un oponente que la pasada campaña le amargó por dos veces con un estilo de juego muy vistoso, ya que los dos compromisos entre vitorianos y navarros se saldaron con sendos empates. El técnico rojillo, Miguel Merino, estará pendiente hasta el último momento de saber si puede contar con tres de sus mejores jugadores (Zabal, Ekhi y Anunziatta), que acaban de regresar de Francia de jugar con el primer equipo.