Vitoria. La contratación de Jules Pardo deja la plantilla del Deportivo Alavés, salvo alguna sorpresa de última hora que parece complicada, cerrada. Así lo expresó ayer el director deportivo, Gorka Etxeberria, que con la llegada del centrocampista procedente de la Real Sociedad B da por terminados sus deberes en lo que se refiere a la confección de la plantilla, aunque, como es lógico, sigue trabajando de cara al futuro. El responsable de la secretaría técnica considera que la plantilla "es la que queríamos, con jugadores experimentados y con batallas de entre veintiocho y treinta años y luego la hemos completados con gente joven, jugadores sub"23 que estoy convencido de que van a aportar cosas y que van a ir de menos a más porque tienen margen para crecer mucho a lo largo de las próximas temporadas".

El director deportivo, lejos de "soñar con jugadores de otro nivel", asegura que el Alavés ha confeccionado una plantilla "equilibrada para su nivel" y recuerda que no se trata de "un equipo de galácticos". "Queremos un equipo de obreros porque sabemos que no somos mejores que los demás, pero queremos no ser peores que ninguno y creo que hay plantilla para conseguirlo. El equipo tiene que madurar y, aunque el club tiene la urgencia de que lo haga lo más rápido posible, hay que respetar los plazos y soy muy optimista", remarcó.

Tras esta última incorporación, Etxeberria considera que se ha conseguido cerrar "un bloque equilibrado en las distintas líneas y de izquierda a derecha. Tenemos altura, velocidad, centro del campo y bastantes zurdos". En este sentido, el director deportivo descarta cualquier posible cojera en la plantilla conformada a pesar de que la ausencia de Igor Cuesta en el estreno de la temporada oficial haya servido para evidenciar ciertas dudas en el eje de una zaga que no acaba de transmitir la seguridad necesaria para afrontar la campaña con garantías de éxito.

"Tenemos cinco centrales, incluyendo a Iker Guereñu, y me parece incluso una cifra excesiva. Están Alaña e Igor Cuesta para la derecha y Jon Moya y Morcillo o Javi Casas para la izquierda, donde también nos puede ayudar Josetxo si lo necesitamos. Gente hay de sobra para esa posición y, además, tenemos la posibilidad de echar mano del filial", remarcó el director deportivo alavesista.

Precisamente, la identidad de los canteranos que seguirán trabajando a diario con el primer equipo, aunque estarán disponibles para alinearse con el filial, se decidirá a lo largo de los próximos días. La dirección deportiva pretende que sean dos los futbolistas que estén permanentemente en las sesiones de trabajo de Álvarez Tomé, aunque esto no impedirá que, puntualmente, otros canteranos se sumen a los entrenamientos del primer equipo.

Por otra parte, Etxeberria ejerció ayer de portavoz oficial del club a la hora de expresar las sensaciones que había dejado la derrota y la eliminación copera contra el Logroñés dentro de una competición en la que la entidad del Paseo de Cervantes había depositado muchas esperanzas con la ilusión puesta en superar tres eliminatorias y poder encarar una eliminatoria muy jugosa desde el punto de vista económico contra algún rival de campanillas.

"Ha sido muy decepcionante para todos. El equipo no estuvo bien porque queremos que sea agresivo, osado, valiente, que vaya a presionar y a atacar y en este partido, por la razón que sea, estuvo timorato, cohibido y atenazado y no es el equipo que queremos ver. Me decepcionó como a cualquier socio o miembro del club. La imagen no fue la deseada, pero soy optimista: el año es muy largo y vamos a ir a más", concluyó.