vitoria. Iker Guereñu está atravesando un verano muy complicado. Apartado por la directiva, descartado por el entrenador para los amistosos y en busca de una salida a esta encrucijada, el central vitoriano quiso salir al paso de las informaciones que han ido surgiendo en torno a su figura y reclamó "respeto" ante lo que considera una situación difícil y que, además de a él, también "está perjudicando al club".
A través de un comunicado, el jugador quiso matizar algunos comentarios que han aparecido en prensa durante los últimos meses, sobre todo referentes al estado de bloqueo en el que se encuentra, toda vez que la única opción consistente para cambiar de equipo se vino abajo por motivos económicos que él ha querido detallar: "Si bien es cierto el interés del Zamora, en ningún momento he tenido una oferta firme sobre la mesa", señaló Guereñu en la nota remitida a los medios. "En dichos contactos las cantidades que se barajaban suponían alrededor del 50% del montante de mi actual contrato con el Deportivo Alavés. No creo que el 50% de una cantidad sea equiparable a decir que el Zamora pague un poco menos, como se ha comentado", desmenuzó el jugador.
Así las cosas, Guereñu, que también lamenta el hecho de que Álvarez Tomé no le haya concedido la ocasión de disputar minuto alguno en los diez amistosos disputados hasta la fecha, Guereñu señala que cualquiera de las opciones que se barajaban para que cambiara Vitoria por Zamora suponía una notable merma en sus emolumentos. Y refleja su descontento para con la actitud de la directiva albiazul en las negociaciones. "En la opción de cesión y renovación, en la que tanto les sorprendió mi negativa, se debe partir de la base de que en una cesión el jugador percibe durante dicha temporada la cantidad establecida en su actual contrato, repartiéndose la cantidad entre ambos clubes de la forma que ellos acuerden. La oferta que se me planteó consistía en marcharme al Zamora obteniendo únicamente las cantidades que yo pactara con dicho club", continuaba en su misiva el defensor gasteiztarra.
Guereñu, que llegó al Alavés de la mano del anterior presidente, Fernando Ortiz de Zárate, quien lo renovó bajo secreto poco antes de que se produjera el relevo en la cúpula directiva, asegura que su única finalidad en las conversaciones pasaba por no sufrir una pérdida económica considerable. "No conozco caso alguno en el que una de las partes de una negociación no quiera sacar el máximo posible, pero yo no he solicitado nunca la totalidad de mi contrato ni nada que se le asemeje", añade el jugador, cuya situación, a su juicio, le perjudica no sólo a él, "sino también los intereses del propio club". "El equipo se ve privado de un jugador que puede ser necesario a lo largo de una temporada larga y llena de dificultades para lograr lo que todos los vitorianos deseamos, que no es otra cosa que el ascenso de nuestro Alavés", concluyó.