Vitoria. Únicamente faltaba la confirmación oficial y ésta llegó en la mañana de ayer miércoles. Como ya avanzó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el pasado 30 de mayo, el navarro Fernando Esparza (Pamplona, 7-5-1979) se ha convertido en el cuarto fichaje albiazul para la próxima temporada. Tras rubricar con anterioridad las incorporaciones de Jito, Javi Casas y Jon Moya, en este momento le llega el turno a este centrocampista con una amplísima experiencia a sus espaldas en la que destaca su paso por Vitoria años atrás enrolado en las filas del Aurrera primero y en el filial alavesista después.
En su último destino, el Real Jaén -al que llegó en el mercado de invierno del pasado ejercicio procedente del Orihuela-, ha estado luchando por el ascenso a la categoría de plata hasta el pasado fin de semana, cuando el combinado andaluz fue descabalgado de esta carrera por el Barcelona B. El éxito no le ha llegado únicamente como consecuencia del buen hacer colectivo, sino que también en el plano individual ha conseguido destacar. De esta manera, ha cerrado la campaña con nada menos que doce goles anotados en su casillero particular.
Una cifra nada desdeñable y más aún si se tiene en cuenta que Esparza no actúa como delantero. De hecho, las posiciones en las que mejor se desenvuelve son las de mediocentro y mediapunta. En ambas destaca por su vertiente creativa y pone su calidad al servicio del colectivo.
zona ancha La incorporación del futbolista navarro -unida a la inminente llegada del vitoriano Asier Salcedo en cuanto concluya la competición en Segunda División con el Real Unión- supone el inicio de la reconstrucción de una de las zonas más delicadas en cualquier equipo. Y es que el centro del campo suele ser el termómetro perfecto para detectar el estado de salud real de una escuadra. Especialmente, si tiene aspiraciones de pelear por las primeras posiciones de la clasificación.
El Alavés experimentó en sus propias carnes la pasada campaña esta situación al sufrir un evidente agujero durante todos los meses de competición en la zona de creación de su juego, por lo que ahora está poniendo especial cuidado a la hora de reforzar estas demarcaciones para evitar cometer los mismos peligrosos errores. Así, con la vertiente destructora del centro del campo ya asegurada con la continuidad en la plantilla de hombres como Alaña o Morcillo, la secretaría técnica albiazul continúa rastreando el mercado al máximo a la búsqueda de la codiciada figura del organizador de clase que aporte el salto de calidad que necesita. De momento, Esparza es el primero en presentar sus credenciales.