Después de haber protagonizado una espectacular remontada que le llevó de la zona media de la tabla a los puestos de play off, el Deportivo Alavés ha vuelto a sembrar en las tres últimas jornadas ligueras las dudas que habían caracterizado toda su temporada hasta el espectacular arreón final que es el que ahora le permite seguir con opciones de cumplir sus objetivos. Tres partidos sin ganar, dos puntos de nueve posibles y un horizonte en el que de nuevo aparecen nubarrones. Las dudas vuelven a rodear al Glorioso.

La llegada de Iñaki Ocenda al banquillo alavesista en sustitución de un Javier Pereira que en su etapa no consiguió obtener los resultados esperados, había supuesto un punto y aparte en la marcada trayectoria de irregularidad de un equipo que se mostraba incapaz de concretar las victorias.

De la mano del técnico vitoriano, y tras un par de compromisos en los que las dudas se mantuvieron, se abrió una etapa de renovadas ilusiones, sobre todo a partir de la victoria en la visita al Eibar. Todo ello condujo a firmar una excelente racha de cinco victorias consecutivas, la mejor de la temporada, que devolvió al cuadro vitoriano a los puestos de privilegio y le permitió soñar, incluso, con la posibilidad de conquistar el segundo puesto del grupo para encarar así el play off con alguna ventaja más, como el factor campo y el hecho de tener que hacer frente al principio a rivales, teóricamente, inferiores.

Las cinco victorias consecutivas (Eibar, Barakaldo, Bilbao Athletic, Sestao River y Mirandés), con sus quince puntos asociados, permitieron reavivar una llama de ilusión que se encontraba completamente apagada, pero desde esa agónica victoria en Anduva rubricada en el tiempo de descuento, las tres jornadas consecutivas sin ganar han vuelto a reabrir el baúl de las dudas.

La racha negativa, que incluye la única derrota de Iñaki Ocenda al frente del banquillo albiazul, se abrió en el choque contra el Palencia. En un duelo en el que lo importante era no perder, el conjunto vitoriano no supo sacar provecho a la ventaja en el marcador que le dio un gol de Joseba Arriaga. Escasos minutos le costó al cuadro castellano igualar el tanto del ermuarra para poner una igualada en el marcador que sería definitiva.

El siguiente capítulo, saldado con derrota, se vivió en la visita a Ponferrada. Ante un líder con dicha condición asegurada, el conjunto vitoriano no fue capaz de sacar nada positivo de El Toralín. De nuevo, tras empatar bien entrada la segunda parte, los albiazules no fueron capaces de conservar ese punto que era de oro y terminaron doblando la rodilla.

Ayer, en la primera visita del Montañeros a Vitoria, se vivió en Mendizorroza el último capítulo de esta particular racha negativa del Alavés. Además, el tropiezo en forma de empate contra el conjunto gallego fue mucho más sangrante por el qué y también por el cómo. Los tres puntos suponían certificar la presencia de El Glorioso en play off, además de mantener abierta la pugna por entrar en dichas eliminatorias en segunda posición. Y, por si fuera poco, el cuadro coruñés logró la igualada tras desperdiciar el equipo de Ocenda una renta de dos goles mediada la segunda parte que ya parecía decisiva.

Tres partidos sin ganar, mucho trabajo por delante todavía, y un capítulo de dudas que se ha abierto de nuevo en el peor momento posible. Toca disiparlas de nuevo.