Sale el sol en Vitoria y sale el sol para el Alavés. ¡Cómo ha cambiado todo en poco tiempo!

La verdad es que sí. Ahora hemos cogido una racha muy buena que nos ha servido para escalar muchas posiciones en la tabla y estamos ahí acechando ese segundo puesto ya.

Vaya dos últimos meses ha vivido el equipo. Del infierno y tocar fondo a rozar casi el cielo con la punta de los dedos ahora.

El fútbol cambia de una semana para otra. Necesitábamos una buena racha de resultados que hemos conseguido y ahora el equipo tiene mucha confianza y está en una clara línea ascendente, que es algo muy importante para llegar al play off con ciertas garantías.

¿Puede dar alguna explicación a este cambio radical en el Alavés?

No hay mucho que explicar. La verdad es que ha sido la llegada de los buenos resultados la que nos ha ayudado. El nuevo entrenador ha cambiado una serie de cosas que consideraba que no estaban bien, a partir de ahí hemos empezado a funcionar y el equipo ha comenzado a sumar muchos puntos.

También la suerte que antes no había acompañado se ha puesto ahora de cara, como en las dos últimas victorias con goles al final.

En el fútbol lo importante es trabajar mucho los partidos. Si lo haces, casi siempre acaba llegando el premio. Hemos peleado duro durante ochenta minutos y el gol ha acabado llegando al final, pero eso ha sido fruto de todo el esfuerzo que hemos hecho anteriormente.

Visto desde fuera, parece que Iñaki Ocenda ha sabido dar equilibrio a un equipo que hasta su llegada había sufrido demasiados cambios. Ahora ya hay una idea futbolística definida, una apuesta clara por un sistema de juego y un bloque concreto de futbolistas.

La tranquilidad y la estabilidad son muy importantes. Cuando un futbolista juega de manera regular y se siente con la confianza del entrenador, siempre le salen las cosas mucho mejor.

¿Que la mejoría en sus resultados haya conducido al Alavés al "play off" ha sido gracias también a los múltiples tropiezos de unos rivales directos que no supieron aprovechar su oportunidad?

Cuando nosotros fallábamos hubo un grupo de equipos que consiguió un pequeño colchón de puntos, pero ese grupo tampoco está respondiendo ahora y esa renta se les ha acabado. Vista esa situación, nosotros ahora también tenemos que intentar sacar el mayor número de puntos posible porque si nos acaba llegando un momento de flaqueza al final será importante manejar un pequeño colchón que nos permita mantener la tranquilidad.

Sin ir más lejos, en la última jornada sus tres rivales directos -Eibar, Palencia y Pontevedra- no fueron capaces de ganar.

Las tornas han cambiado muchísimo. Hace unas jornadas parecía que el Eibar no perdonaba una y no perdía ningún partido, mientras que nosotros éramos incapaces de sumar de tres en tres. Desde que fuimos a su campo y les ganamos, todo ha cambiado y ahora ya estamos muy cerquita de ellos.

¿Esa victoria en Ipurua es la gran clave psicológica del cambio?

Psicológicamente fue el partido más importante de la temporada. Demostramos que podíamos ganar a cualquier rival y en cualquier campo. El Eibar estaba intratable, sobre todo en casa, y peleando por el liderato. Hicimos un buen partido, ganamos con merecimiento y el equipo se demostró a sí mismo que era capaz de tirar para arriba.

Tras jugar contra equipos que se encontraban en la zona baja, aunque no por ello rivales sencillos, el equipo afronta ya un tramo final de la temporada que presenta muchos duelos de máxima exigencia.

El camino hasta ahora no ha sido nada fácil porque las cosas por abajo están muy ajustadas y cuesta muchísimo ganar este tipo de partidos, como ya se demostró el pasado domingo con el Sestao. Ahora tenemos enfrentamientos con rivales directos y ahí nos vamos a jugar entrar en el play off y después la posición final para encarar esas eliminatorias por el ascenso.

La afición se ha animado muchísimo tras la últimas jornadas y ya casi ve el ascenso a la vuelta de la esquina, pero lo cierto es que aún no se ha conseguido nada.

Todavía nos faltan unos cuantos puntos para asegurar el play off. Tenemos cuatro de ventaja sobre el quinto, que es una renta considerable teniendo en cuenta lo poco que queda para el final, pero el calendario nos dice que aún tenemos que enfrentarnos contra casi todos los de arriba, así que la clasificación no está asegurada. Tenemos que ser ambiciosos, pero a la vez mantener los pies en el suelo.

En este sentido, llega ahora una semana que puede ser decisiva con tres partidos consecutivos.

Habiendo duelos directos, como el del Palencia, si salimos bien parados podemos dejar casi asegurada la clasificación para el play off. Es una semana muy importante, con nueve puntos en juego y podemos dejar casi sellado el primer objetivo que tenemos.

Para empezar, el duelo con el Mirandés. Los recuerdos de la primera vuelta no son los mejores.

Es el partido más raro que me ha tocado jugar en toda mi vida. El árbitro se volvió un poco loco y nosotros tampoco hicimos las cosas bien del todo. Después de ponernos por delante en el marcador, que era lo más complicado, lo echamos todo al traste en apenas quince minutos y pasaron cosas muy extrañas.

Tampoco tiene que volverse ahora loco el equipo recordando ese primer partido.

Para nada. Hay que ir con confianza, tranquilidad y mucha cabeza porque aún no hemos conseguido nada. Igual que hace un par de meses no estábamos desahuciados, ahora ni mucho menos estamos clasificados. Hay que seguir partido a partido, intentar ganar en un duelo complicado como el del Mirandés y seguir dando pasitos. Este partido va a ser del estilo del de Eibar porque es un rival duro y con mucha fortaleza, por lo que vamos a tener que pelear mucho para poder ganar allí.

Precisamente, contra el Mirandés marcó su último gol a lo largo de la presente temporada.

Ojalá se repita y, sobre todo, que sirva para que el equipo gane.

¿Cómo lleva esta insólita situación de llevar casi una vuelta liguera entera sin marcar?

Con tranquilidad porque ahora, al menos, el equipo está bien y, aunque no estoy consiguiendo goles, estoy contribuyendo a que el equipo gane en otros aspectos del juego. Mientras que haya otros compañeros que marquen goles y sigamos sumando de tres en tres, estoy tranquilo.

Los delanteros le suelen dar muchas vueltas a la cabeza cuando no encuentran la portería...

Sí, pero no merece la pena. Si el equipo estuviese en una mala situación y no ganase, sí que me comería mucho más la cabeza. Tengo la confianza del entrenador y estoy tranquilo porque las cosas acabarán saliéndome.

En este sentido, en las últimas jornadas sí que hemos visto a un Geni mucho más participativo y decisivo también con sus asistencias.

Me encuentro mucho más a gusto. Siento que el equipo confía en mí. Estoy a gusto y contento con mi trabajo. El entrenador ha cambiado la manera de jugar y participo más que antes, me ha transmitido confianza y tranquilidad, así que los goles ya llegarán.

Su mejoría queda demostrada en que ahora ha cambiado los silbidos de la grada por aplausos.

Eso es muy importante. Ya dije en su día que agradecía mucho ese gesto del público y ahora que está contento hay que intentar seguir así y devolverle ese apoyo con mucho trabajo y goles.