Vitoria. El Deportivo Alavés afronta esta tarde en su visita a Zamora la última oportunidad de engancharse al tren del ascenso. Lejos está la locomotora que encabeza el grupo, pero los vagones siguen pasando y el último de la fila sigue esperando a un conjunto vitoriano que ya no puede dejar escapar una nueva oportunidad de recuperar distancias con respecto a unos predecesores que no están aprovechando la debilidad albiazul para clavarle una puntilla ahora que se encuentra agonizante.

Eso sí, y bien lo sabe el Alavés después de la pasada temporada, no se puede estar toda la vida agarrándose a las segundas oportunidades y, alguna vez, al conjunto vitoriano le tiene que tocar dar el callo. No hay mejor oportunidad que la visita de esta tarde al Zamora en el estadio Ruta de la Plata, ya que el conjunto castellano tampoco atraviesa por su mejor momento y las apreturas clasificatorias pueden ahogarle tanto o más que al propio conjunto babazorro.

En su segundo compromiso al frente del banquillo alavesista, Iñaki Ocenda pretende darle un nuevo aire a su equipo a pesar de los problemas que ha tenido para entrenar a lo largo de la semana por culpa de la nieve. Con casi toda la plantilla disponible, el técnico vitoriano parece decidido a variar hacia un 4-1-4-1 con dos jugadores creativos en el centro del campo.

Muchas son las alternativas que baraja un Ocenda que es consciente de que el ataque es lo que peor está funcionando en un equipo al que le cuesta mucho llegar con peligro a los últimos metros.

Esta tarde, ese acierto que ha faltado será necesario para regresar a Vitoria con tres puntos que sirvan para mantener la viva la esperanza.