Vitoria. Que el Deportivo Alavés se encuentra en una situación económica complicada es algo que no se le escapa a nadie, pero que los rectores del club no hayan comunicado a parte de los trabajadores cuáles son las causas que les mantienen sin percibir su salario correspondiente al mes de enero es algo que no tiene explicación lógica. Con el de ayer, ya eran once los días en los que los futbolistas no habían percibido sus mensualidades. Tampoco sabían cuándo iban a cobrar ni las causas que han conducido a esta demora. La única promesa recibida por el vestuario fue la de tener a lo largo de este semana una explicación de la situación que ayer aún no se había producido. Los futbolistas esperan que llegue hoy, de manera definitiva, el momento de que algún responsable de la entidad se ponga en contacto con ellos para detallarles las causas que han llevado a la demora.
La plantilla albiazul es consciente de que la situación económica del club es muy complicada, pero a lo largo de los últimos días ha echado de menos un poco más de comunicación desde la directiva para conocer de primera mano por qué no han percibido sus salarios y cuándo se espera que los reciban. Como cualquier otro asalariado, el perjuicio de no cobrar después de haber realizado un trabajo es evidente y los futbolistas también tienen que hacer frente a diversos pagos al final de cada mes, situación que puede complicarse si no llega el remanente esperado.
Tras una temporada en la que hasta la fecha no se habían producido problemas en este sentido, los integrantes de la plantilla entienden que se pueda producir algún retraso en los pagos, más aún teniendo en cuenta que el club atraviesa por sus horas más bajas, pero también consideran necesario un mayor grado de comunicación para informar de este tipo de situaciones que pueden llegar a perjudicar de manera importante a los futbolistas y a sus respectivas familias.
Precisamente, ese condicionante de estar al día en los pagos a los jugadores fue una de las premisas fundamentales con las que desembarcó el secretario técnico José María Cidoncha en el club, quien sabía de primera mano, al igual que otros integrantes de la plantilla, lo duro que era ver pasar los meses sin un euro que llevarse al bolsillo, tónica habitual en muchos clubes de Segunda División B ahogados ahora por la crisis. Esa carencia monetaria también propicia ahora la continuidad de Cidoncha en su cargo e impide que se cierre el despido del ex entrenador Javier Pereira.
Conocidos por muchos esos problemas para cobrar en etapas anteriores, ha sido la falta de información, reconociendo que se enteran de las noticias a través de los medios de comunicación locales, la que ha provocado el principal malestar en el seno del vestuario. Eso sí, los mensajes públicos por parte de la plantilla a lo largo de los últimos días han sido de tranquilidad y ha preferido centrarse en lo que ellos tienen que mejorar sobre el terreno de juego sin hacer saltar las alarmas a este respecto.
En este sentido, y a pesar del mutismo con el que se ha tratado el asunto, los futbolistas son conscientes de que buena parte del futuro del club, y también del suyo propio, pasa por la ampliación de capital que sigue abierta. Saben que se trata de un paso fundamental para conseguir la estabilización del club y esperan que se resuelva cuanto antes para evitar problemas futuros que sean insalvables.
mes complicado Con la apertura del nuevo año se han juntado en el Alavés el hambre con las ganas de comer. Al gasto corriente de la entidad se han unido las reclamaciones de pago por parte de los acreedores privilegiados. En el pago de parte de las mismas y un abono a la Hacienda Foral en concepto de impuestos se ha ido gran parte del dinero recaudado a través de la ampliación de capital.
Por si todo esto fuera poco, el primer mes del año es uno de los más importantes, junto al de junio, en lo que se refiere al desembolso de los salarios de la plantilla, que reciben por estas fechas buena parte de sus fichas. Así las cosas, los futbolistas esperan recibir hoy al menos una explicación acerca de lo acontecido, así como percibir en un breve período de tiempo las cantidades que el club les adeuda.
Se trata de una situación similar a la que vivió el personal no deportivo del club, que tampoco percibió sus nóminas a tiempo. El club saldó sus deudas con sus trabajadores el pasado lunes y ahora tiene que hacer lo propio con los jugadores.