Vitoria. Ideas claras desde el primer momento. No ha necesitado Iñaki Ocenda demasiado contacto con sus nuevos pupilos para comenzar a perfilar un cambio importante en el estilo de juego que el equipo había tenido hasta la fecha. Al preparador vitoriano parecen no importarle los nombres que tanto pesaban hasta la fecha y parece decidido a adaptar sus mimbres al fútbol que pretende practicar a partir de ahora y que, por lo visto en los primeros ensayos, difiere bastante de la idea que Javier Pereira quiso transmitir pero que no llegó a plasmar. De momento, el 4-2-3-1 parece ser el sistema elegido para reflotar la dinámica del club y, en sus primeras pruebas, el técnico alavesista ha dejado en un segundo plano a los otrora intocables Dani Bouzas y Geni.
Intensidad, presión asfixiante, velocidad en la transición y mucha movilidad. Con estas cuatro características podría escribirse el ideario futbolístico que Ocenda trató de transmitir a sus jugadores en la sesión de trabajo de ayer en Ibaia. El técnico vitoriano parece decidido a asentar la solidez defensiva del equipo, un tanto olvidada en los últimos compromisos, para buscar después rápidos movimientos ofensivos intentando aprovechar la velocidad y el desborde de los cuatro hombres que actuarán en la vanguardia del equipo.
El primer once inicial de Ocenda al frente del Alavés nacerá lastrado por las tres bajas que arrastra el cuadro vitoriano en defensa. Sin Castells, Morcillo y Raúl Llorente, recomponer la línea de contención será el primer objetivo del nuevo preparador. Por lo visto ayer en Ibaia, Igor Cuesta e Iker Guereñu pueden conformar la pareja de centrales, mientras que Carrión tendrá que suplir con su veteranía el inconveniente de actuar en el lateral izquierdo, dejando de esta manera el diestro al joven Mesquita.
En la portería, flanqueado por este cuarteto defensivo, parece asegurada la continuidad de un Alberto Montero que ha sido el más destacado en los dos últimos compromisos. El cambio de entrenador no va a ser obstáculo para su continuidad en el arco después de que Pereira volviera a perder su confianza en Pagola tras el empate contra Osasuna B.
Para fortalecer el entramado defensivo, el técnico alavesista parece decidido a apostar por un doble pivote de claro corte destructivo. La hipoteca que supone no haber encontrado un organizador en el mercado invernal deja esta demarcación cogida con hilvanes, así que Ocenda pretende reforzar dicha zona con dos jugadores de corte defensivo que intenten recuperar el balón y darle una salida rápida hacia posiciones más adelantadas.
llegadas rápidas En las posiciones ofensivas, Ocenda está decidido a apostar por la movilidad y la velocidad para buscar los espacios y los desplazamientos de balón en profundidad buscando la espalda de los rivales. Las bandas seguirán siendo propiedad de Ruano y Óscar Rico, con la posibilidad de que durante los partidos intercambien sus posiciones.
Como enganche, el nuevo técnico albiazul ha depositado su confianza en Igor, al que conoce bien de su paso por la cantera. En dicha demarcación, en la que más destacó en las categorías inferiores, el joven vitoriano puede aportar llegada como segundo delantero, velocidad y mucho trabajo, además de tener capacidad para caer a las bandas buscando desbordar.
Como referencia ofensiva, aunque con muchísima movilidad, estará Joseba Arriaga, quien hasta la fecha había sido utilizado como mediapunta. El vizcaíno actuará un poco más adelantado para intentar sacar provecho a sus facultades, aunque Ocenda le exigirá movimiento para que no sea una referencia fija para las defensas.