Vitoria. Para Iker Guereñu estar a las órdenes de Iñaki Ocenda no es ninguna novedad. Años atrás, no muchos, el actual jugador del Alavés estuvo bajo la tutela del que ahora vuelve a ser su entrenador en las filas de Aurrera, tanto en juveniles como en Tercera División. Por ello, su libro de estilo le es bastante conocido y es una fuente autorizada para explicar lo que el nuevo entrenador va a pedirle a su equipo.
"El principal mensaje ha sido el de subir la intensidad y darle más velocidad al juego. Quiere un equipo muy dinámico, que presione mucho y que sea muy aguerrido. Hay que subir la velocidad en ataque porque, hasta ahora, nos ha costado mucho generar juego. Por eso, a partir de ahora vamos a ser más verticales, buscando balones a los espacios e intentado aprovechar la rapidez de los de arriba", explica el futbolista vitoriano.
Este fútbol directo que pretende implantar Ocenda contrasta con las ideas que con Pereira no llegaron a fructificar: "Todavía es pronto para saber si los cambios pueden funcionar. Los objetivos se pueden conseguir jugando de la manera anterior o haciéndolo como vamos a intentar ahora, pero lo que está claro es que hasta ahora el equipo no ha funcionado. La idea no es tener tanto el control de la pelota, sino hacer daño con ella".
Así las cosas, Iker Guereñu espera que el relevo en el banquillo "sea para bien" y que sirva para cambiar la mala dinámica de resultados que ha acompañado al equipo en los últimos compromisos. Además, con la llegada de Ocenda todos los futbolistas parten de cero y los que estaban desahuciados pueden tener de nuevo su oportunidad.
"Siempre que hay un cambio la gente está más motivada por intentar demostrar que puede tener un hueco. Llega un momento en el que los futbolistas se acomodan y los que no juegan habitualmente lo ven muy difícil. Ahora se abre una nueva oportunidad para todo el mundo y aquí estamos todos muy implicados", indica el vitoriano.
Además, Guereñu considera que el relevo en el banquillo puede resultar positivo para que la grada se reenganche al equipo después de unas últimas semanas de constante enfado: "El público estará más tranquilo porque en los últimos partidos había mucha tensión con el tema del entrenador y nos vendrá bien que la gente esté con ganas, igual que nosotros, para darles alegrías y comenzar a sacar los tres puntos adelante".
Porque, no hay que olvidarlo, el objetivo tiene que ser reengancharse cuanto antes a la lucha por el ascenso, aunque para ello el futbolista vitoriano prefiere pensar "partido a partido".