Vitoria. La secretaría técnica del deportivo Alavés ya trabaja en la sombra para intentar mejorar la plantilla de cara al segundo tramo de competición después de una primera vuelta en las que las expectativas no se han cumplido y en la que el equipo ha rendido por debajo de lo que se esperaba en el arranque del curso. El particular rompecabezas de cada mercado invernal comenzará la próxima semana, pero ya hay varios aspectos que parecen claros cuando todavía queda un partido por delante.

Javier Pereira señaló en su comparecencia de ayer que es normal que en un club con la exigencia que tiene el Alavés algunas piezas se queden por el camino para que lleguen otras que mejoren lo existente y, si la caja lo permite, estos relevos se van a producir con bastante celeridad en el seno del club.

El nombre de la que puede ser la primera baja es evidente para todo el que conozca el día a día alavesista. La desaparición de Neru de las convocatorias después de la charla que hubo en el vestuario tras la derrota en Palencia es claro reflejo de que, más allá de su escaso rendimiento deportivo, el central cántabro ha caído en desgracia para el entrenador albiazul.

Fichado como hombre de referencia por su pasado con el Sporting de Gijón y sus muchos años compitiendo en la élite, lo cierto es que Neru no ha ofrecido las prestaciones que de él se esperaban sobre todo porque en ningún momento se le ha visto en un estado físico óptimo para encarar la competición. Los rectores deportivos del club no cuentan con él, pero habrá que ver cómo se soluciona este entuerto ya que el jugador tiene asegurado otro año de contrato si el Alavés sube a Segunda División y seguramente no renunciará a esta posibilidad.

Será entonces cuando entré en liza el aspecto económico, una vertiente para nada baladí dentro de un club que se ve obligado a estirar al máximo cada euro y que no está como para permitirse dispendios, más aún ahora que la ampliación de capital no está ofreciendo todos los réditos económicos que serían necesarios para afrontar los pagos que se encuentran bastante cercanos en el horizonte del club. En este sentido, desde las oficinas del Paseo de Cervantes también se podría realizar un nuevo acercamiento con Fagoaga, perenne lesionado, para intentar poner fin a su vinculación con el Alavés.

Una vez soltado lastre, desde la secretaría técnica se intentarán buscar un par de jugadores -tres como mucho- que refuercen las parcelas en las que más problemas se han generado a lo largo de la primera vuelta. Un centrocampista organizador es el principal objetivo de un equipo que se ha encontrado huérfano de ideas en dicha demarcación demasiadas veces.