vitoria. La maldición que no cesa. Pese a que las sensaciones que transmitían los jugadores ayer por la mañana invitaban al optimismo y la esperanza se había instalado en el vestuario del Deportivo Alavés, las pruebas a las que fueron sometidos por la tarde Igor Cuesta y Romerito desinflaron el globo de inmediato. Y es que, finalmente, ambos serán baja para el último encuentro de 2009, que medirá en Mendizorroza al Glorioso con el Celta B. De esta manera, se amplía la amplia lista de futbolistas albiazules que se han visto obligados a perderse algún partido de la presente temporada por problemas físicos. Sin duda, un desagradable y perjudicial lastre que en no pocas ocasiones ha mermado el potencial del combinado de Javier Pereira.
En esta oportunidad, la causa que obligará al reposo de andaluz y vizcaíno es la misma, una pequeña rotura de fibras. En el caso del primero, se sitúa en el adductor del muslo derecho mientras que el portugalujo la padece en el bíceps femoral del muslo derecho. Las pequeñas dimensiones del daño y el hecho de que después del paso del filial vigués por el Paseo de Cervantes se abra un periodo sin competición hasta el primer fin de semana de enero motivan que, si todo se desarrolla según lo previsto en estos momentos, ninguno deba tener problemas para poder ser de la partida en la contienda inaugural de 2010 frente al Pontevedra.
Antes, en cualquier caso, Javier Pereira se enfrentará a un serio problema para conformar la alineación titular, especialmente en lo que a la retaguardia hace referencia, que reciba al Celta B. A las ausencias de Cuesta y Romerito se une la de Iker Guereñu -que continúa con el proceso de recuperación de la operación de clavícula a la que fue sometido-, por lo que el eje de la zaga se encuentra bajo mínimo de efectivos. Y es que a estas bajas hay que sumar el ostracismo total en el que se haya sumido desde hace unas semanas Neru. El central cántabro debería ser el recambio natural para integrar junto a Castells la pareja de centrales pero su salida de manera absoluta de los planes de Javier Pereira y el hecho de que el club ya le haya comunicado que la apertura del mercado de invierno supondrá su marca de la entidad albiazul provocan que ésta sea una posibilidad muy poco factible.
Quien previsiblemente se beneficiará de esta situación será el canterano Sergio Pardo, que cuenta con muchas papeletas para disfrutar de la titularidad contra el Celta B. Tras partir desde el banquillo en los dos últimos compromisos ligueros y responder con solvencia durante los muchos minutos que estuvo en el terreno de juego, ahora parece que ha llegado el momento de que el joven futbolista de Elciego reciba el regalo de Olentzero adelantado en forma de titularidad.
Bouzas tampoco Si ya de por sí la situación del Deportivo Alavés para afrontar la visita del Celta B es delicada por los numerosos problemas de lesiones que le afectan, a éstos hay que añadir también la baja de Dani Bouzas como consecuencia del encuentro de sanción que deberá cumplir tras completar en La Coruña su ciclo de amonestaciones. La ausencia del capitán y eje del centro del campo albiazul supondrá sin duda otro importante contratiempo para Javier Pereira, que deberá echar mano del escaso fondo de armario que le queda disponible para poder realizar la última alineación del año.
Esta situación, en cualquier caso, no le pilla de nuevas al preparador pacense, que a lo largo de los cuatro meses de competición que se llevan disputados se ha visto forzado a lidiar con ausencias de todo tipo en muchas más ocasiones de las que hubiera deseado. Porque se puede asegurar sin miedo a equivocarse que el Deportivo Alavés es uno de los conjuntos más castigados por las lesiones -y las sanciones, aunque en eso existe un grado mayor de responsabilidad de los propios protagonistas- de la categoría. De esta manera, sin contar las bajas que se confirmaron ayer, hasta siete futbolistas -Vicente, Cuesta, Castells, Segura, Guereñu, Bouzas y Montero- han sufrido percances más o menos serios que les han hecho perderse varios partidos.