Vitoria. Cristian Castells se ha convertido en uno de los principales activos de este titubeante Deportivo Alavés. El central levantino, ausente por lesión en el arranque de esta mala racha de resultados del cuadro albiazul, volvió a imponer su ley en el choque de ayer -ya jugó ante la Ponferradina pero no pudo terminar el partido- en las inmediaciones del área de Mikel Pagola para garantizar que, una vez más, con él sobre el césped a los rivales les resulte imposible perforar la portería del equipo gasteiztarra.
A pesar de que su pareja habitual, Igor Cuesta, le abandonó mediado el encuentro y de que también Romerito se tuvo que retirar lesionado para ceder su puesto en el eje de la zaga al joven Sergio Pardo -que volvió a ofrecer un nivel más que aceptable-, Castells se impuso en todo momento a los atacantes gallegos.
Cuando el espigado central se vio superado, pese a todo, fue el propio Pagola quien se encargó de arreglar los problemas. El guardameta navarro tuvo un par de intervenciones salvadoras, sobre todo en los últimos minutos, que le sirven para reivindicar su puesto en el equipo titular, que Pereira le había quitado en favor del ahora lesionado Montero.
El tercer destacado del choque de ayer fue Óscar Martínez, que lo intentó en todo momento, dio mucha guerra a la zaga rival pero careció de precisión.