vitoria. Como futbolista ganó la Liga 1999-00 y la Copa de 1995 con el Dépor, en ambas ocasiones junto a su inseparable hermano Fran. Su carrera en los banquillos, aunque corta, también conoce el éxito. El año pasado debutó en Tercera con el Montañeros y a punto estuvo de lograr el ascenso a Segunda B por méritos deportivos. Al final, el descenso administrativo del Ciudad de Santiago les dio el billete para convertirse en la auténtica sensación. José Ramón tiene claro cuál es el secreto: "Creer en una propuesta arriesgada y de buen fútbol".

Han pasado en unos meses de estar en Tercera a meterse en la pelea por subir a Segunda. ¡Vaya cambio!

Bueno, pero creo que es algo circunstancial. Hemos aprovechado el buen momento del equipo y la suerte que hemos tenido. Todo se ha juntado para que llegue una racha positiva y alcanzar estos puestos, pero el objetivo debe seguir siendo salvar la categoría, aunque sí que es cierto que estamos por encima de los puntos que esperábamos.

¿Eran conscientes de que al principio de temporada nadie daba un duro por su equipo?

Posiblemente. Estuvimos justos de tiempo y el plantel se hizo tarde. Además, el nombre del equipo no se ha hecho todavía un hueco en los medios a nivel nacional y por eso somos la sorpresa. Todo el mundo nos daba como una perita en dulce y nos decían que éramos los primeros que íbamos a descender, pero bueno, estamos ahí por méritos propios y vamos a dar mucha guerra.

¿Satisfechos por haber podido romper de momento esas quinielas que les situaban al final de Liga en descenso?

Sí. Y orgullosos. Nadie apostaba por nosotros. Sobre todo por el juego que estamos haciendo. La gente se sorprende porque el equipo intenta hacer buen fútbol, luego a veces sale o no, pero por lo menos lo intenta y a veces lo estamos consiguiendo. Estamos siendo la sorpresa porque hemos ganado en Pontevedra y en Ponferrada, plazas difíciles en las que hemos dado la campanada.

De todos modos, el inicio no fue bueno. ¿Qué pensaron cuando estaban ahí en el fondo de la tabla?

Sabíamos que podía pasar. El equipo se confeccionó tarde, había muchos jugadores nuevos y estuvimos mal de tiempo por lo que era normal aquello. Lo que pasa es que en el fútbol la paciencia no existe y todo el mundo quiere resultados desde el primer día. Hemos tardado, pero cuando hemos cogido una buena racha el equipo ha salido y bien.

¿Cuál es el secreto para haberse convertido en la revelación de la Liga?

Hay mucho trabajo, pero sobre todo creer en lo que estamos haciendo. Mucha gente no creía en lo que proponíamos. Todos nos decían que la Segunda B es una categoría difícil, que el salto de Tercera a esta división es el más grande que hay y la gente y los jugadores a veces no están convencidos de que les propongas algo distinto.

¿De qué tenían dudas?

No estaban convencidos de que se pueda hacer un juego combinativo. Muchas veces te dicen que aquí hay que pelear, hay que meter el pie... Pero bueno, al final todos han creído y se han convencido de que además de eso se puede jugar al fútbol.

¿Otra de las claves puede residir en esa falta de presión que tiene su plantilla y que está disfrutando de un premio que no esperaba?

A lo mejor sí. Visto desde fuera puede que demos esa imagen. De hecho, en alguna rueda de prensa algún entrenador ya ha dicho eso de este Montañeros no tiene presión, viene aquí a ver si suena la campana, pero yo no lo creo así. Desde dentro tenemos mucha presión. Desde el presidente, al resto de la junta y yo el primero.

¿Incluso usted siendo el entrenador de un equipo que se cuela a última hora en la categoría ha tenido ya episodios de tensión?

Sí. Cuando los resultados iban mal, yo tenía reuniones con el presidente y me decía: "Esto para arriba o si no ya sabes". O sea que aquí presión tenemos todos. El fútbol es así. Quizá desde fuera después de lo que pasó en verano se pueda ver que no existe tanta y digan: "Bah, el Montañeros si desciende no pasa nada y si mantiene la categoría es un éxito". Pues no. Hay presión. A lo mejor no tanta como el Alavés, pero haberla hayla.

¿Considera que en Vitoria la situación es más apremiante?

Sí. Entiendo que en el Alavés haya muchísima presión, pero aquí también la hay.

¿Se ven ahí en la pelea por entrar en el "play off" hasta el final de temporada o su situación clasificatoria es pasajera?

Repito que es circunstancial, pero, pero... A lo mejor si he de ser sincero, es posible pelear por algo. No sé si por estar entre los cuatro primeros porque todavía es pronto, pero igual entre los ocho sí.

¿Se atreve a hacer un pronóstico sobre los equipos que acabarán en puestos de "play off"?

Es difícil. Hay mucha igualdad en la categoría. A día de hoy no creo que haya un entrenador que diga éstos van a jugar el play off y éstos van a descender. Salvo el Eibar, que por la cantidad de partidos que lleva ganados y lo bien que lo hace en casa es el máximo favorito para acabar entre los cuatro primeros, el resto... El Alavés si se quiere meter le va a costar también. Está la Ponferradina, Pontevedra, Lugo... Hay muchísima igualdad. Por eso no descarto nada, pero veo un porcentaje muy pequeño para que nos podamos meter ahí.

Al menos, aunque no certifiquen el éxito de colarse en "play off" se puede disfrutar con este Montañeros, ya que los que les han visto dicen que su equipo juega muy bien al fútbol. ¿Es posible hacerlo en una categoría que presume de ser muy física?

Sí, por supuesto. Sobre todo la sensación que damos es de riesgo, ya que parece que el fútbol combinativo desde atrás es de mucho riesgo, pero tampoco es así. Lo que sí somos es un equipo que gusta de jugar al fútbol. Al equipo le gusta la posesión, el toque, el pase y eso sorprende en esta categoría.

¿Da la sensación de que tienen unas señas de identidad bien definidas?

Eso buscamos. No vamos a cambiar venga quien venga. Nunca cambiamos la forma de jugar. Nos da igual el rival. Siempre asumimos riesgos. A veces medidos y a veces no, pero la categoría no nos condiciona para ese juego que queremos hacer.

¿Qué partido espera?

Abierto. Me espero un Alavés inconformista al que creo que no le vale el empate y vendrá a ganar. Nosotros vamos a salir también a ganar, por lo que veo un partido con muchas llegadas, tanto de uno como de otro, y con muchas ocasiones de gol.

¿Y cuál será la clave?

Pues cómo se suele decir, a ver quién da más duro y más fuerte. El que tenga más pegada arriba tendrá más opciones.

Encima juegan en Riazor. ¡Vaya subidón para sus jugadores! ¿Cómo están por jugar en ese campo?

Es un premio para ellos. Aquí el campo es sintético y a todo jugador, incluso a los que tenemos aquí en el Montañeros, les gusta jugar en buenos campos. Si les preguntas ¿dónde prefieres jugar en el campo del Alavés, la Ponferradina o Pontevedra, que son muy buenos campos, aunque estés siempre de visitante todos los domingos o en casa? Yo estoy convencido de que prefieren jugar siempre en buenos campos aunque sea como visitante, ya que el campo de hierba artificial no deja de ser incómodo para el futbolista.

Encima, premio añadido porque van a jugar ante el Alavés...

Sí. Para ellos es importantísimo. Con todos los respetos, no viene el Lemona, viene el Alavés, el rival de más entidad de la categoría.

¿Le preocupa algo en especial?

No. El equipo en sí y sobre todo cómo vengan. Es un lobo herido que está condicionado por los resultados y nos podemos esperar cualquier equipo y tenemos que estar preparados para ello.

El hecho de que el Alavés llegue necesitado, ¿le hace más peligroso?

Claro. Preferiría a un Alavés mucho más relajado en la tabla, con muchos más puntos para que viniera, no confiado, pero bueno, que no llegase tan metido en el partido como va a estar. Para ellos no es que sea una final, pero sí que se juegan muchísimo y creo que un empate puede ser como una derrota. Tiene que ir a por la victoria y no me gusta enfrentarme a un Alavés en estas condiciones.

¿Entiende las urgencias y prisas que han entrado ya por Vitoria?

Sé lo que pasó el otro día, con la gente pitando y lo que dijo el entrenador. Sinceramente, ahora si me das a escoger preferiría jugar en Vitoria y la vuelta en La Coruña para aprovecharnos un poco de esa circunstancia. A ver si aquí somos también capaces de aprovechar esas necesidades del Alavés, pero bueno, no creo que ellos desde el primer minuto vayan a salir a atacar a lo loco.