“Lo que vivimos en el sector de la automoción es una gran incertidumbre y una gran inestabilidad que nos tiene a todos enormemente preocupados”, reconocía esta mañana el presidente ejecutivo de Gestamp, Francisco José Riberas. Incertidumbre e inestabilidad que Riberas inscribió en dos telones de fondo, los “factores geopolíticos” y el vehículo eléctrico –“la gran transformación desde el punto de vista tecnológico que hemos vivido en el sector de automoción en los últimos 80 años–, y que resumió en un dato: de los “18 millones largos” de vehículos eléctricos que se fabricaron en el mundo en 2024, el 70% se produjeron en China, mientras que su fabricación en Europa y EEUU bajó.
Riberas ha sido uno de los ponentes en la primera edición de BAM Vision Tech, una jornada impulsada por el Basque Automotive Manufacturing (BAM) Center que ha reunido en Euneiz a representantes de la industria, centros de innovación y la universidad para abordar los retos que afronta un sector clave para la economía alavesa y vasca como es el de la automoción, desde la electrificación a la sostenibilidad, pasando por la digitalización o la robótica.
El entorno geopolítico
Y el máximo responsable de Gestamp, referente del sector de los componentes de automoción, ha sido el encargado de poner contexto a esa compleja situación que atraviesa el sector de la automoción con su ponencia Implicación del entorno geopolítico actual en la automoción.
BAM Vision Tech, una cita que aspira a consolidarse
La encargada de dar la bienvenida a los asistentes al BAM Vision Tech’25, celebrado en las instalaciones de Euneiz, ha sido Mariluz Villamor, CEO de BAM –centro impulsado por Corporación Mondragon a través de MB Sistemas, Grupo Gestamp y Mercedes-Benz en alianza con Gobierno Vasco y la Diputación alavesa– que espera estrenar “hacia mayo de 2026”, según ha subrayado Villamor, sus nuevas instalaciones en el polígono de Jundiz. “Nuestro propósito es ser referente en investigación y testeo de nuevas tecnologías, aquellas que nos van a permitir asumir y dar frente a todos los retos del futuro –ha expuesto–. Queremos ser un laboratorio vivo, donde las tecnologías se prueben, se validen y se permitan que se transfieran al entramado de la industria vasca”.
BAM Vision Tech’25, que nace con la vocación de consolidarse, ha contado también en su apertura con la participación de la diputada alavesa de Desarrollo Económico e Innovación, Saray Zárate, y del viceconsejero de Formación Industrial, Andoitz Korta. La jornada ha sido clausurada por el director de la planta de Mercedes-Benz de Vitoria, Bernd Krottmayer, quien ha apuntado que el futuro del sector “no solo va de cambiar un motor, si no rediseñar todo el corazón de la industria de la automoción”.
Además de mesas redondas y ponencias, la jornada ha presentado un espacio expositivo donde compañías como Dassault Systèmes, FANUC, Omron y Biomech han mostrado soluciones innovadoras aplicables al sector de la automoción. También se han expuesto iniciativas del sector educativo, como un coche propulsado por hidrógeno de Euskelec.
El reforzamiento de la estrategia y gasto en defensa por parte de los Estados como consecuencia de los conflictos en Ucrania o Gaza, el auge de políticas proteccionistas materializado en el ámbito de los aranceles –“que ponen en solfa el modelo de globalización de estos últimos años”– o el viraje “en algunos entornos políticos” respecto al cambio climático –“que era una gran prioridad que teníamos todos clara a nivel global y que ahora parece que no está tan clara”– son algunos de los mimbres, ha explicado Riberas, de ese entorno geopolítico que está alimentando la incertidumbre en el sector del automóvil.
Un contexto al que se unen “la gran pelea por todos los países por atraer al sector de la automoción” y “la gran transformación desde el punto de vista tecnológico que hemos vivido en el sector de automoción en los últimos 80 años” que ha supuesto la irrupción del vehículo eléctrico.
La irrupción de China
En esa competencia por captar la industria de este sector hay un actor al que todo el mundo de la automoción señala y Riberas no fue menos: China es un actor disruptivo. Así, el responsable de Gestamp ha destacado que en 2000 apenas un 3% de los vehículos ligeros que se producían a nivel mundial provenían de China y el resto se producía en Europa, Norteamérica y Japón, principalmente.
Para 2019, antes de la pandemia, la producción china suponía ya el 27% de la producción mundial, una producción orientada fundamentalmente al consumo interno. Ese crecimiento ha continuado hasta el presente y si bien India también ha crecido, Brasil ha conseguido mantenerse o Estados Unidos “ha perdido algo pero no tanto”, la fabricación europea ha sido la más perjudicada, ha apuntado Riberas.
De manera que “los fabricantes chinos ahora suponen el 22% de la fabricación de coches a nivel mundial”, ganando 25 puntos de cuota de mercado en la producción “en el mercado más importante del mundo que hoy en día es China”. Sobre esta base, los fabricantes chinos han apostado en los últimos tres o cuatro años también por la exportación y “han decidido empezar a volverse globales y empezar a abrir fábricas en Europa, en América y también en el resto de Asia”
Un contexto complejo en el que Riberas ha subrayado la necesidad de que el sector apueste por el talento, la digitalización y la incorporación de la inteligencia artificial, mejorar la eficiencia y ahondar en la descarbonización como pilares para abordar los retos a los que hace frente la industria de la automoción.